La inflación en Estados Unidos alcanzó un nuevo máximo de 40 años en mayo en un amplio avance, aumentando las perspectivas de que la Reserva Federal seguirá subiendo las tasas de interés agresivamente por más tiempo.
El índice de precios al consumidor aumentó un 8.6 por ciento respecto al año anterior, según mostraron el viernes datos del Departamento de Trabajo. El indicador de inflación ampliamente seguido aumentó un uno por ciento respecto al mes anterior, superando todas las estimaciones. La vivienda, los alimentos y el gas fueron los mayores contribuyentes.
El llamado IPC subyacente, que excluye los componentes más volátiles de alimentos y energía, subió un 0.6 por ciento respecto al mes anterior y un 6 por ciento respecto al año anterior, también por encima de las previsiones.
Las cifras refuerzan que la inflación aún se ve afectada por muchas medidas, y que la Fed, que se comprometió a subir medio punto en cada una de sus próximas dos reuniones, a partir de la próxima semana, tendrá que mantener esa postura agresiva durante su reunión de septiembre.
Los precios récord de la gasolina y los factores geopolíticos amenazan con mantener alta la inflación en los próximos meses, lo que sugiere que la Fed tendrá que frenar la economía por más tiempo.
Los rendimientos del Tesoro subieron, los futuros de acciones cayeron y el dólar subió después del informe.