Destruir el sistema de compra y distribución de medicamentos que funcionó en otros sexenios le está pasando una alta factura al Gobierno de la 4T, que el año pasado hizo compras con 14.8 por ciento de inflación.
Ésta es una inflación histórica, nunca antes vista, que podría repetirse este 2022, advirtió un diagnóstico del Instituto Farmacéutico (Inefam), especializado en compras públicas de Salud.
Enrique Martínez, director del Inefam, explicó que al no haber planeación, se hacen compras de última hora, en las que predominan las adjudicaciones directas y la escasez de insumos para la fabricación, lo que encarece las adquisiciones.
Detalló que contemplaron una muestra de mil 500 claves de medicamento para el periodo del 2018 al 2021, con una metodología similar a la del Índice de Precios del Inegi, que encontró que la inflación llegó al 14.8 por ciento en el 2021.
«Eso nunca lo habíamos visto en el sector público», afirmó Martínez.
«Históricamente», recordó, «la inflación reflejada por las compras del sector público era muy pequeña de entre 2 y 3 por ciento, incluso algunos años con deflación, con precios mucho menores por las compras consolidadas».
Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, destacó que la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador destruyó las compras consolidadas alegando corrupción, que nunca comprobó.
En su lugar, agregó, ha implementado hasta el momento tres modelos diferentes que han involucrado a la Secretaría de Hacienda, el Insabi y hasta la ONU, pero sin éxito.
