Esta es la historia de Steven Stayner, un niño que salvó su vida y la de otro menor mientras huía de quien lo mantuvo en cautiverio por años.
Muy Interesante
4 de diciembre de 1972. Steven Stayner, un chico de solo 7 años de la comunidad de Merced en California, caminaba de regreso a casa cuando un hombre lo abordó para ofrecerle un folleto religioso. Según contaba, era un representante de la Iglesia Evangélica que buscaba donaciones de familias de la zona. Mientras el sujeto hablaba con el niño, la calle se vaciaba.
A los pocos minutos, un Buick blanco se acercó y su conductor, otro hombre desconocido, ofreció llevar al pequeño Steven a casa para averiguar si su madre estaría dispuesta a ceder algún artículo a la beneficencia. Convencido por el plan, el niño subió al auto. Esa fue la última vez que Steven fue visto en años.
Sin embargo, a diferencia de otros casos de desaparición infantil de la época, la historia de Stayner no termina aquí. De hecho, el tercer hijo de un matrimonio joven californiano reapareció casi una década después, tras escapar de sus captores, llevándose consigo a su nueva presa. Así fue como sucedió esto.
El secuestro de Steven Stayner
Ervin Edward Murphy se topó de frente con una oleada de niños que salían de la escuela la tarde del 4 de diciembre. El encuentro no fue fortuito, pues el tipo había buscado por días la oportunidad de acercarse a un menor y cumplir las órdenes dictadas por Kenneth Parnell, un pederasta que había sido condenado a cuatro años de cárcel en la década de los 50 por abusar de un niño. De acuerdo con registros policiacos, Parnell había pedido a Murphy que secuestrara a un niño para que pudiera criarlo bajo normas religiosas.
La misión de Murphy se cumplió cuando Steven Stayner subió al auto de Parnell y fue conducido a una cabaña a 40 kilómetros de su hogar. Esa misma noche, el pequeño Steven fue violado por primera vez. Esta acción solo empeoraría con las semanas. Mientras sus padres lo buscaban con urgencia, el niño fue convencido por su captor de que se le había otorgado su custodia legal debido a que su familia era numerosa y “ya no lo querían”.
Durante los siguientes años, Steven creció al lado de Parnell, quien cambió el nombre del menor a Dennis Gregory. Se mudaron en repetidas ocasiones dentro del estado de California e incluso compartieron hogar con Barbara Mathias, una pareja del secuestrador que aseguró desconocer que el chico con el que vivió 18 meses no era hijo de Parnell. En ese periodo de tiempo, Stayner continuó siendo abusado física y sexualmente.
Escapando de un secuestro
Para mantener las apariencias en sociedad, Kenneth Parnell trató a Steven como si fuera un hijo. Lo inscribió en escuelas, le permitió tener amigos y confiaba en que el ahora joven no escaparía mientras él trabajaba como vigilante de seguridad nocturno. Y así fue. Entre 1972 y 1980, Steven Stayner se convirtió por completo en Dennis Gregory Parnell. La historia era completamente diferente en privado, con el menor siendo objeto de actos sexuales inhumanos.
Sin embargo, la entrada en la pubertad de Steven hizo que su secuestrador perdiera todo interés en él y comenzara a buscar una víctima más joven. De hecho, Parnell estaba tan convencido de que tenía que secuestrar a otro niño que intentó que Stayner le ayudara a raptar a alguien, así como Murphy lo hizo años atrás. El joven, por supuesto, hizo todo lo posible por evitar que alguien más sufriera lo que él experimentó en carne propia.
El 14 de febrero de 1980, Parnell y uno de los amigos de Steven secuestraron a Timmy White, un niño de 5 años de la comunidad del condado de Mendocino. El miedo en los ojos de White hizo que Stayner ideara un plan para que ambos pudieran escapar. Solo tenían que esperar el momento adecuado para huir de su secuestro. Ese momento fue la noche del 1 de marzo.
Mientras el violador y secuestrador trabajaba, Steven tomó a Timmy salió por la puerta de la que había sido su casa, pero nunca su hogar. Caminaron por la autopista y pidieron aventón a los autos que pasaban. Uno de ellos los llevó hasta la ciudad de donde era originario Timmy. Al saberse a salvo, Steve acudió a la estación de policía del lugar. Ahí, por primera vez en 8 años, contó su historia.
¿Qué pasó con Steven Stayner?
Al día siguiente, la policía detuvo a Kenneth Parnell y lo acusó de secuestro. Aunque había abusado sexualmente de Stayner y otras víctimas, la justicia no procesó otros delitos en su juicio. Un año después fue sentenciado a siete años de prisión (sus cómplices en los secuestros de Steven y Timmy enfrentaron penas menores). Para ese momento, Steven Stayner ya se había reencontrado con su familia. Los medios no dudaron en llamarlo héroe. Timmy White, simplemente le decía amigo.
Por desgracia, la vida de Steven Stayner no fue fácil después de su regreso a casa. El recuerdo de haber sido abusado se mezcló con una mala relación con su padre y el inicio de una larga adicción al alcohol. Dejó la escuela, salió de su casa y nunca pidió ayuda. En alguna ocasión, el niño secuestrado que se convirtió en héroe señaló que a veces creía que haber regresado a casa no había sido la mejor decisión.
En 1985, Steven se casó con su novia, Jody Edmondson, con quien tuvo dos hijos. El iniciar una familia obligó a Stayner a revisar su vida y hacer un cambio necesario. Dejó el alcohol, se unió a grupos de apoyo, intentó hablar sobre su secuestro para que nadie más atravesara una historia como la suya, tomó un trabajo en una pizzeria y se convirtió en mormón. Las cosas parecían ir bien para Steven.
Desafortunadamente, el 16 de septiembre de 1989, la vida de Stayner terminó abruptamente después de que un auto lo atropellara mientras entregaba una pizza en su motocicleta. El conductor escapó sin siquiera detenerse a ver que Steven moría en el asfalto, víctima de traumatismo craneoencefálico.
Stayner – Stayner
El funeral de Steven Stayner fue cubierto por la prensa con morbo. Gracias a eso, el público pudo ver algo increíble. Entre el dolor, la amistad resurgió: Timmy White había llegado para cargar el féretro del hombre que había garantizado su libertad. Su pesar había terminado, pero su tragedia no sería olvidada por completo.
En un giro sorpresivo, el apellido Stayner volvió a los diarios a finales de los noventa gracias a la detención de Cary Stayner, el hermano menor de Steven. Según recopilaba la policía, Cary había terminado con la vida de cuatro mujeres en los alrededores del Parque Nacional de Yosemite en 1999. El hombre, apodado “El asesino de Yosemite” fue condenado a pena de muerte a principios de siglo y espera su destino en la penitenciaria estatal de San Quentin.