Más de una cuarta parte de los viajes que ocurren en la Zona Metropolitana son afectados por las fallas de los sistemas de transporte, reconoce el Gobierno capitalino en el Programa Integral de Movilidad 2019-2024.
“El Metro, el Servicio de Transportes Eléctricos (STE) y la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), operados por el Gobierno de la Ciudad, padecen de fallas que afectan al 27 por ciento de los viajes de la Metrópolis”, señala el documento elaborado por la Secretaría de Movilidad (Semovi) y publicado ayer en la Gaceta de la Ciudad de México.
Los desperfectos son resultado de la poca inversión en mantenimiento e infraestructura que se ha realizado en los últimos años, precisa el Programa.
“Al 2019, 77 trenes, que representan 20 por ciento de la flota total del Metro, estaban fuera de operación”, expone.
En tanto, el 60 por ciento de la flota del Sistema de Transporte Colectivo (STC) tiene al menos 35 años en operación; 21 de los trenes cuentan con menos de 5 años de vida útil.
Esto se traduce en un incremento en el número de fallas operacionales, las cuales alcanzaron 22 mil 195 en 2017.
El Programa refiere que, mientras en las zonas centrales de la Ciudad los traslados son de menor duración y costo, en la periferia, los usuarios se enfrentan a mayores tiempos de espera y traslados discontinuos. El resultado ha sido el incremento de los parques vehiculares de autos y motos, los cuales crecieron, en promedio, 2.8 y 37.9 por ciento cada año entre 2012 y 2019.
“Este aumento de la motorización privada incrementa los tiempos de traslado, presiona por un incremento en el gasto para la expansión de la infraestructura vial y agudiza los problemas ambientales asociados al transporte urbano”, puntualiza.
“La crisis del sistema de movilidad también se refleja en crecientes niveles de saturación vial, diversos estudios han calificado a la Ciudad de México como de mayor congestión vehicular en el mundo”.
Para garantizar una mejor experiencia de viaje y evitar la migración hacia modos individuales motorizados, es fundamental diversificar las rutas de transporte y aumentar la flota vehicular, mejorar las frecuencias de paso y hacer más eficiente la operación.
“La fragmentación institucional, física y operativa del sistema de movilidad implica que las personas que realizan más transferencias modales inviertan más tiempo y dinero en sus traslados, y, en general, tengan una mala experiencia de viaje”, menciona.
En la Zona Metropolitana se realizan 15.5 millones de viajes cada día, de estos el 74.1 se realizan en transporte público, de acuerdo con cifras del INEGI.