Hace casi tres años, en agosto de 2019, una toma clandestina de combustibles fue hallada en la Calle Añil, Colonia Granjas México, de la Alcaldía Iztacalco.
A la fecha, el lugar sigue cercado por muros de contención de plástico y el asfalto levantado no ha sido repuesto.
La calle está acordonada y ni automóviles ni motocicletas pueden circular.
Pero quizá la más afectada es Violeta Armenta, propietaria de una miscelánea ubicada en esa calle, que antes del hallazgo y el cierre le dejaba ingresos semanales de unos 800 pesos y que ahora está por quebrar.
«Mi negocio se está viniendo abajo porque toda la gente pasa por otro lado, ya no pasa por aquí y la tienda es de lo que yo vivo», dijo.
Pese a las constantes gestiones que ha hecho Violeta, la Alcaldía Iztacalco no ha intervenido y Petróleos Mexicanos tampoco ha dado una respuesta, ya que la toma fue ubicada a escasos metros de donde se localiza la Terminal de Almacenamiento y Despacho de la petrolera.
Violeta contó que ha tenido que enfrentarse sola a esta situación, porque sus vecinos no han querido secundar su petición.