Por Redacción
Internos del Centro de Rehabilitación “Escudo de Salvación” de Ciudad Frontera aseguran que Jesús Salayandia fue asesinado a golpes por los ‘padrinos’, a raíz de los severos castigos que aplicaban por desacatar las reglas, en este caso un intento de fuga.
Testigos mencionan que Jesse Salayandia recibió el castigo de mantenerse de pie durante 7 días por intentar escapar del Centro de Rehabilitación el pasado jueves 7 de julio, donde tenía 3 o 4 semanas, y era recaído.
Para obligarlo a que se sostuviera en pie, los “padrinos”, le colocaban tablas en la espalda y cuando decía que ‘ya no podía’ y ‘que le checaran la presión’, le colocaban un calcetín sucio en la boca para evitar que hablara.
Posteriormente lo colocaron frente a la tribuna, frente al resto de los internos, “para que sirviera de escarmiento los internos” y le “ayudaran” con palabras hirientes, sin embargo, cuando vieron que ya no reaccionaba optaron por llevárselo al área de enfermería.
Después observaron que los “padrinos” se retiraron no sin antes decirles que mencionaran que Jesse había fallecido por una caída o un paro cardiaco, como se ventiló en un principio a los medios de comunicación.
Familiares denuncian que los internos recibían castigos despiadados por violar las reglas como mantenerse de pie durante 7 días, mantenerlos bajo el sol, envolverlos en cobijas y golpearlos.
Y que cuando los internos recibían la visita de familiares eran acompañados por un valorador, quien les prohibía decirle a la familia ‘sácame de aquí’, ‘me maltratan’, ‘no me tratan bien’, ‘me aplican castigos’, etcétera.
“Todo era fachada, desde la remodelación del frente del anexo, hasta la cara que querían que mostraran los internos”, señalaron.
Por eso los familiares hablaban maravillas del centro, porque no le permitían a los anexados expresarse libremente, pues de ser así serían sometidos a castigos que llamaban como “aplicación 7”, siete días de pie o siete segundos de golpes.
Además, refieren que los 150 internos dormían en el piso en el área de visita, esto, luego de que el área de dormitorios no tenía aire acondicionado y únicamente tenían un abanico de pedestal. Aun en este lugar, cuando se aplicaban castigos a nivel general, eran apagados los climas, convirtiendo en un verdadero horno la sala que fungía como comedor, sala de visitas, sala de juntas y dormitorio.
Los familiares pagaban la cantidad de 1 mil 500 pesos por semana, cuando realmente no recibían alimentación balanceada y estaban sujetos a castigos despiadados por desobedecer las reglas, uno de los peores castigos era por intento de fuga.
Este viernes, cuando se vieron solos del sometimiento de los “padrinos” y observaron el movimiento de agentes de la Fiscalía, del estado y de la SEDENA, los internos empezaron a celebrar y en la pared del salón de usos múltiples escribieron la leyenda “Por cul…. Justicia para Jesse”
Familiares de Jesse refieren que no saben que sucedió ni por qué, únicamente que lo entregaron golpeado, ya que, tiene una bola por su rostro y cuello, sin embargo, trascendió que no han colocado la denuncia.