Recordemos la escena: una guapa joven llamada Jill McBain se baja de un tren en la estación de Flagstone, un pueblo del Viejo Oeste. Tras varios minutos de espera, se hace evidente que su nuevo marido no irá a recogerla. Lo que ella quiere es llegar a Aguadulce, el pueblo donde se establecerá junto a Brett McBain. Cuando finalmente llega al lugar, encuentra a McBain y sus tres hijos asesinados.
La potente escena pertenece al que se ha definido como el más épico de todos los spaghetti western: Érase una Vez en el Oeste (1968), dirigido por Sergio Leone, protagonizado por Henry Fonda y con música de Ennio Morricone. Fue el penúltimo spaguetti western de Leone, también el más colosal. Jill está interpretada por Claudia Cardinale, compartiendo cartel con Charles Bronson y Henry Fonda, en el papel de villano.
Para el rodaje, Leone, con un presupuesto que rondó los cinco millones de dólares de entonces (la mayoría destinado a pagar a los actores), el director volvió a apostar por el desierto de Almería, esta vez construyendo un trozo del lejano Oeste en la localidad de Tabernas, un poblado western con la famosa Casa Roja, un rancho original o el poblado mexicano.
Ahora todo el set de Western Leone se encuentra en venta por unos 2.9 millones de dólares. «No creo que sea un precio exagerado», cuenta José Ruda, gerente de la inmobiliaria encargada de la venta. «La memoria, la historia y el sentimiento arraigado a este lugar no tiene precio».
En la actualidad, Western Leone funciona como parque temático con espectáculos los viernes, sábados y domingos, y como set para rodajes de series, cortometrajes, anuncios para la televisión o incluso videoclips.
En Tabernas existen otras dos atracciones turísticas ambientadas en el Viejo Oeste. La más conocida de todas es el Oasys MiniHollywood, diseñado originalmente para la película Por unos Dólares Más (1965) y que los extras que participaron en El Bueno, El Malo y El Feo (1966) decidieron comprar para convertirlo en atracción turística. Actualmente, tiene espectáculos diarios de vaqueros y bailes de cancán. También tiene zona acuática y un parque zoológico.
El otro es Fort Bravo / Texas Hollywood, uno de los escenarios originales de El Bueno, El Malo y El Feo, que en 1977 fue comprado por el especialista de cine Rafael Molina con la intención de alquilarlo si volvían a rodar por la zona. A partir de los años ochenta del siglo pasado, Molina comenzó a cobrar 25 pesetas a los turistas que sentían curiosidad por utilizarlo. Más adelante se añadieron el espectáculo, tiroteos y peleas de bar al estilo salvaje oeste, así como un saloon que ofrece comida a sus visitantes.
Western Leone fue el último en llegar: «Sus dueños tienen ahora una edad avanzada y esto necesita un mantenimiento constante», cuenta José Ruda. «Compraron Western Leone después del rodaje de la película y llevan 40 años mostrando devoción al proyecto».
Ahora, Pedro Almodóvar acaba de anunciar que su próximo proyecto, el mediometraje Extraña Forma de Vida, será un western protagonizado por los actores Ethan Hawke y Pedro Pascal.
«Almodóvar va a venir por aquí… y es posible que algo se termine rodando en el Western Leone», cuenta de manera misteriosa José Ruda.