En su cumpleaños número 60, Julio César Chávez dijo tener sentimientos encontrados, pues sabe que su hijo Julio no la está pasando bien.
El primogénito del «Gran Campeón Mexicano» no estuvo presente en la fiesta de su padre, donde acudieron deportistas, empresarios y artistas.
Hace 13 años, el «Junior» metió a la fuerza a su padre a una clínica de rehabilitación, y hoy Julio César pide porque le entre ese rayo de luz a su hijo.
«Mi hijo Julio está pasando por un momento muy muy difícil. Pido que encuentre ese rayo de luz. Espero verlo pronto con su familia, ya si quiere retomar su carrera es otra cosa, pero lo más importante es este momento es su salud», expresó el que es considerado como mejor peleador mexicano de la historia.
Pese a que era un día de fiesta, a Chávez se le notaba triste cuando hablaba de su hijo, quien pasa por una etapa de rehabilitación.