Por Yuriria Sierra
Feminismo también para hombres
Éste es un ejemplo de cuando la causa feminista muestra su real espectro: la igualdad convierte a mujeres y hombres en personas bajo el amparo de las leyes en su sentido más amplio, obligan, pero también otorgan derechos.
La tarde de este miércoles, una mujer fue vinculada a proceso gracias a la Ley Olimpia. Fue acusada por Diego, su expareja, luego de que compartió imágenes íntimas. Sin embargo, para llegar aquí tuvo que andar por un camino que evidenció que el machismo también actúa en contra de los mismos hombres: “fue un momento muy difícil, porque como hombre, el machismo en México y en gran parte de Latinoamérica te fuerza a decir que no pasa nada, a normalizar la violencia, a aguantarte…”, afirmó a Magda Guardiola, corresponsal de Grupo Imagen en Coahuila.
Por eso hemos insistido: si lo pensamos un minuto, todas las leyes que han avanzado con el feminismo son en beneficio de toda la sociedad en su conjunto. Ahora que en Estados Unidos pusieron en coyuntura la decisión de varios hombres sobre la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, un legislador demócrata, por ejemplo, lanzó una propuesta que bien podría ser irónica, pero que en realidad tiene mucho más sentido si analizamos una de las aristas que motiva a una mujer a interrumpir su embarazo.
Mickey Dollens quiso resaltar lo absurdo de sus opositores políticos respecto a su postura sobre el aborto, proponiendo que los hombres en EU se practiquen la vasectomía de forma obligatoria mientras se encuentran en la pubertad. Una vía, dijo, para prevenir embarazos no deseados: “los invito a ser coautores de un proyecto de ley que estoy considerando el próximo año, que exigiría que cada hombre, cuando llegue a la pubertad, se someta a una vasectomía obligatoria que sólo sea reversible cuando alcance el punto de estabilidad financiera y emocional…”, expresó en Twitter.
En efecto, la vasectomía es un procedimiento reversible, un método anticonceptivo con un margen de error nulo, aunque no previene contagios de transmisión sexual, sí evita un embarazo. El asunto con ella es que aún encuentra resistencia, aunque gana adeptos, no es el método favorito de la comunidad masculina, a pesar de que ya existe vasectomía sin bisturí. Lo que lo rodea es la idea de que los cuidados para prevenir embarazos corresponden únicamente a la mujer, esto nos lleva a pensar en las obviedades: mientras que una vasectomía es reversible, un procedimiento de ligadura de trompas no. Entonces, ¿qué tan absurdo es pensar que adolescentes masculinos se sometan a ella? Los pros serían más que los contras, yo agregaría que una ley así alcance a todos los hombres a partir de su primera eyaculación, después de todo, no dejan la producción de espermas hasta morir, a diferencia de una mujer, porque incluso nos colocan una etiqueta para identificar nuestro periodo de “vida fértil”.
Y el tema se entiende igual en EU, México o China. El aborto es un asunto que sus opositores buscan zanjar a partir de la equivocada idea de que no debe usarse como vía de anticoncepción, pero tampoco hay interés en las alternativas que sí atañen a esos otros cuerpos, el de quienes buscan legislar sobre el ajeno evitando responsabilidades sobre el propio. El feminismo, insisto, camina más hacia que el espectro legal nos alcance a mujeres y hombres según nuestras necesidades. En Coahuila, por ejemplo, Diego logró el amparo de una ley configurada gracias a la lucha de una mujer.