Por Yuriria Sierra
Una raya más al tigre
El mar y unos hot cakes, entre la marabunta de escándalos y acusaciones, eso es lo que ocupa la vida de quien hasta hace unas semanas era conocido como un protector de la fauna. Eduardo Serio, no ha dejado la vida en redes sociales, pero sí ha detenido sus posturas sobre los señalamientos, nada gratuitos, que hay en su contra, en su último post al respecto que publicó en la cuenta en Instagram de su fundación Black Jaguar-White Tiger, ubicada al sur de la CDMX, y que difundió el martes pasado. En la publicación acusa a Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, criaderos y acuerdos de México A.C., de ser poseedor de permisos para venta, tanto de animales “y sus partes (dientes, garras, pieles, etc)”, afirma. Después de esto, la cuenta del llamado “santuario felino” ha repasado momentos de Serio con algunos ejemplares. Leones y tigres, que lo mismo retozan junto a él o se montan sobre sus piernas. La imagen del “activista” que funge como protector de esta especie. Una suerte de autocampaña para resarcir su imagen.
“Los maltratadores de animales son unos hijos de la chingada, son gente que no merece la pena, es gente que tiene que ser perseguida por las autoridades, son sociópatas, son narcisistas. El maltrato animal no tiene nada que ver con el comercio animal. Ni siquiera las personas que se dedican para engordar animales para el consumo humano… Yo no entiendo qué debes tener en el alma y corazón para dejar a unos animales a mal morir…”, me dijo Arturo Islas en Imagen Radio, uno de los activistas que también ha sido señalado por Serio.
Islas es el activista que detonó el escándalo junto a Yael Ruiz, luego de que difundieron las condiciones de leones y tigres comiéndose su propia cola por falta de alimento.
“Di mi vida por los animales…”, expresó Serio en algunas de las entrevistas que otorgó para defenderse. Al momento, el pronóstico es reservado para los 22 animales rescatados del predio de esta fundación. La Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX detalló que los ocho felinos y 14 primates presentan signos de desnutrición y están bajos de peso. Médicos veterinarios y cuidadores los mantienen bajo vigilancia, cuidado y dieta rigurosa. Algunos otros ejemplares ya han sido trasladados a zoológicos. La urgencia era sacarlos de ese lugar en el que se mantenían en condiciones lamentables, en el que se puso su vida en riesgo.
Esto empezó con las imágenes compartidas por Arturo Islas y Yael Ruiz. En ellas se veía a los animales de este lugar a punto del colapso. Tras la intervención de las autoridades se hallaron incluso fosas, se desveló la verdad detrás de esas otras imágenes compartidas por Serio, en las que presumía su cercanía con grandes celebridades que hacían contribuciones. En su defensa afirmó que la pandemia de covid-19 provocó una caída de hasta 70% en donaciones, como si eso fuera pretexto para mantener en condiciones de riesgo a los animales. Si la razón del maltrato es la falta de recursos, “por qué no vendió uno o dos de sus relojes Hublot que tiene…”, agregó Islas.
Si el proceso avanza y llega a tribunales, a Serio le esperan sanciones de entre dos a cuatro años de prisión y una económica de entre 200 a 400 días multa, o sea, unos 34 mil 574 a 69 mil 148 pesos. Un monto de risa si recordamos que los relojes a los que hace referencia Islas alcanzan un precio de hasta cuatro millones de pesos.
Además, ahora también este hombre enfrenta acusaciones de violencia de género. Una raya más a un tigre que no pudo operar de esta forma sin el respaldo de alguna autoridad, eso también debe investigarse.