Te contamos si es posible morir por cosquillas, un acto natural del cuerpo que cuando es excesivo provoca una sensación de mucho estrés.
Muy Interesante
Pueden ser tanto placenteras como una tortura. Se usan para jugar, pero también como una broma cruel o castigo. Todos hemos experimentado la extraña sensación de las cosquillas y cuando éstas llegan a ser excesivas nos sentimos morir. ¿Se puede llegar a morir por cosquillas? Respondamos a esta pregunta extraña, pero necesaria.
Las cosquillas son un mecanismo de autodefensa que el organismo utiliza para reaccionar en situaciones de peligro como la presencia de un insecto peligroso caminando en nuestra piel. Es decir, nos permite sacudirnos para deshacernos de ese agente que compromete nuestra seguridad.
Esta es la explicación por la que el cerebro no reacciona de igual manera cuando nos hacemos cosquillas nosotros mimos, pues tiene la capacidad de identificar que se trata de nuestros mismos dedos y no de un agente peligroso.
Esto pasa en el cerebro cuando sentimos cosquillas
La señal producida por la estimulación de los receptores táctiles de la dermis viaja hasta dos regiones cerebrales: la corteza somatosensorial, que procesa el tacto; y la corteza cingulada anterior, que gestiona la información agradable.
Las neuronas de estas áreas desencadenan una respuesta inmediata en forma de bruscos movimientos corporales y una risa nerviosa difícil de controlar.
Pero vayamos a lo esencial: ¿se puede llegar a morir de cosquillas?
La respuesta sería que sí, aunque se necesita todavía mucha investigación al respecto, pues no hay registros fiables de ello. Pero esto es lo que sabemos: si las cosquillas llegaran a interferir en la regulación de los músculos involuntarios que controlan la respiración, pueden causar espasmos e incluso asfixia.
La carga de estrés que produce el cosquilleo también puede ocasionar un fallo cardiaco, pero solo en casos en que la persona padezca alguna dolencia en el corazón.
A decir verdad, en la literatura médica no existen casos documentados de muerte por cosquillas. En realidad, a lo mucho que llegamos cuando alguien nos hace cosquillas es un estado de desesperación muy fuerte.
En las cosquillas quedamos indefensos y perdemos el control del cuerpo. Ya decíamos que el organismo entra en un estado de tensión, fatiga y ansiedad, y aunque no parezca un acto violento, sí puede llegar a ser una especie de tortura bastante dolorosa.
La tortura china por cosquillas
Existe un libro titulado A to Z of Punishment and Torture, cuya autora es la investigadora Irene Thompson. En él nos narra la tortura china por cosquillas, una práctica común que tuvo lugar durante la Dinastía Han (206-220 d.C).
Se trataba de un método de tortura bastante efectivo, ya que no dejaba marcas en quien la recibía. El caso es que no hay registros de ninguna muerte debido a este tipo de tortura. Al parecer, las cosquillas también se usaron en Japón para castigar a los criminales, pero no hay documentos que avalen que alguien muriera de un ataque de cosquillas
En la antigua Roma se hacía algo similar: Thompson nos narra que los pies de la víctima se sumergían en una especie de mezcla con sal mientras una cabra lamía dicha sustancia. La lengua del animal causaba numerosas cosquillas en el sujeto.
El único testimonio que existe sobre una supuesta muerte por cosquillas lo ofreció Josef Kohout, un prisionero de la Segunda Guerra Mundial, quien afirmó haber presenciado a oficiales nazis torturar a otro preso con cosquillas hasta que falleció.
Un historiador, identificado como L.G.C., señaló en un artículo de 1842 que “incluso el cosquilleo de las suelas de los pies comúnmente ha provocado muertes”.