Fabiola Sánchez
Cuauhtémoc Villanueva Mata, terapeuta quien brindó servicio por un año en el anexo Escudo de Salvación, reconoció que los tratos y la operatividad del centro de rehabilitación no era adecuada ni conveniente para los internos, motivo por el cual presentó su renuncia.
El especialista en atención y apoyo a adictos, laboró en un periodo del 2020-2021, brindando su servicio como terapeuta, esto luego de que Erick Alfaro propietario del centro de rehabilitación, le solicitara el apoyo para unirse a la plantilla laboral, considerando y aprobando su estrategia de trabajo.
El “padrino Temo”, como es conocido por los internos, relató su experiencia laboral en este lugar asegurando que hizo siempre lo mejor para garantizar a las familias de adictos una rehabilitación segura y digna para que ellos volvieran a reintegrarse a la sociedad.
Explicó que, fue hace 15 años cuando él conoció por primera vez a Erick Alfaro, quien en ese entonces era un menor con problemas de drogadicción y fue internado en un centro de rehabilitación en la ciudad de Ramos Arizpe, siendo él el encargado de las terapias durante su tiempo internado en el anexo.
Detalló que, pasado ya los años él logró contactarse nuevamente con quien un tiempo fue su paciente y le invitó a ser parte del proyecto el cual ya tenía iniciado en la ciudad de Frontera, aceptando la invitación para laborar.
Comentó que, una vez que conoció las instalaciones y el proceso de rehabilitación al cual eran sometidos los internos, el planteó su estrategia de trabajo y esta fue aprobada por el propietario del anexo.
Relató que, cuando inicia a brindar atención terapeuta a los internos se pudo percatar de lo que ocurría en el interior del anexo, pero lamentablemente no a detalle ya que los pacientes a quienes atendían por el temor no lo confesaban.
Indicó que, al paso del tiempo al irse ganando la confianza de los internos, estos entre pláticas expresaban un poco el temor de permanecer en el interior del anexo, logrando darse cuanta que además de malos tratos había más anomalías en la operatividad.
Señaló que, él le expresó en reiteradas ocasiones a Alfaro la inconformidad de que personas ajenas a la plantilla laboral ingresaran al lugar e impusieran castigos a los internos, algo que él no toleraría e incluso solicitó la baja de algunas personas.
“El anexo era un infierno después de las 5 de la tarde que yo no estaba y ni hablar de sábados y domingos, los internos se sentían respaldados cuando yo estaba porque sabían que no permitiría que alguien les pusiera una mano encima”.
Manifestó que, una vez que se ve descubierto Alfaro, mandó a sus escoltas a amenazar a los internos de no hablar de lo que realmente vivían e incluso instruyó a los “padrinos”, a no acatar las indicaciones que dejara para los pacientes.
“Siento cargo de conciencia por lo ocurrido, pero lamentablemente yo sabía que nada podía hacer porque nunca ellos me lo confesaron directamente y no tenía contacto con la familia de ellos para comunicarles que algo irregular pasaba en el interior”.
“Yo renuncié porque nunca vi un cambió y nada de lo que yo decía o hacía era validó, Erick y yo tuvimos fuertes discusiones e indiferencias que yo no toleraría”.
Cuauhtémoc Villanueva Mata, actualmente es Director del anexo “VIBE Nueva Esperanza de Vida”, donde brinda atención terapeuta a los internos, asegurando en este centro de rehabilitación se da un trato digno y humano.