Una mujer identificada como Cecilia «N» fue detenida en Estados Unidos acusada de secuestrar y asesinar en 2012 a un niño de cinco años en la comunidad purépecha de Angahuan, en Uruapan, Michoacán, donde ofrecía lectura de cartas del tarot, hechizos y actos de brujería.
Personal de la Unidad de Asistencia Jurídica Internacional y Extradiciones, en coordinación con la Dirección General de Asuntos Policiales de la Interpol, fue quien dio con la ubicación de la mujer, apodada «La Bruja», quien ya había sido detenida por el crimen y fue liberada en 2013.
Los hechos ocurrieron el 21 de marzo de 2012, cuando el menor Bernardino jugaba afuera de su casa y la mujer lo plagió usando como anzuelo un juguete a control remoto.
Después de privarlo de la libertad, la madre del menor, conocido en el pueblo como Zury, comenzó a recibir llamadas en las que le pedían hasta 600 mil pesos por el rescate.
Cecilia tenía como ayudante a otra mujer, identificada como Delfina, quien en complicidad mantenía al menor secuestrado.
«La Bruja» ofreció a los padres del niño dar con su paradero mediante su «bola de cristal», con lo que logró obtener más dinero de la familia y desviar las investigaciones, reportaron medios locales.
Los habitantes, molestos y desconcertados por la desaparición, empezaron a buscar de manera exhaustiva en la zona.
Al verse acorralada, Cecilia, con ayuda de Delfina, golpearon al menor y lo asfixiaron. En ese momento, ya habían recibido una parte del rescate.
El cuerpo de Bernardino envuelto en bolsas de plástico fue localizado más tarde en un predio de la localidad de Las Cocinas, a 9 kilómetros de donde desapareció.
Las autoridades determinaron posteriormente que el menor había fallecido asfixiado con un plástico apretándole la cara y vías respiratorias.
Una pareja del lugar declaró a las autoridades que»La Bruja» les pagó 5 mil pesos para sacar el cadáver del menor y arrojarlo en el predio.
Por estos hechos fueron detenidos los tres cómplices y Cecilia, sin embargo, meses después, entre octubre y diciembre, quedaron en libertad por decisión de la jueza Ernestina Pimental, a quien se le investigó por presunta corrupción.
Al argumentar impunidad en el caso, el pueblo de Angahuan decidió el 17 de diciembre en asamblea popular destruir y quemar la casa de Cecilia.
«La Bruja» huyó del lugar no sin antes amenazar con matar a más niños, incluidos los hermanos de Bernardino.
La mujer se mantuvo prófuga por nueve años, hasta que agentes de seguridad dieron con su paradero en el país vecino, por lo que fue extraditada para que responda ante la autoridad jurisdiccional correspondiente.