En el lanzamiento de la Fundación Porfirio Muñoz Ledo, el político mexicano hizo un llamado a hacer una nueva Constitución de la República, proyecto al que ha dedicado muchos años de su vida y que implicaría, dijo, un nuevo contrato social, fruto de un consenso nacional.
«Una Constitución maciza, precisa y concisa, asequible para todos los mexicanos, una carta de la nación mexicana», expresó.
El ex diputado de Morena consideró que una nueva Carta Magna contribuiría a la reconstrucción del País y a impulsar el consenso frente a la polarización y el momento crítico que vive la nación mexicana.
«Para la reconstrucción del País es indispensable (…) establecer entre todos un nuevo contrato social y edificar una nueva Carta Magna acorde con nuestro tiempo, síntesis de historia, emanada de un verdadero consenso nacional y norma en verdad obligatoria para los mexicanos. La polarización paraliza, en cambio el consenso enriquece a la nación», apuntó el ex Embajador y funcionario público.
En su discurso, Muñoz Ledo hizo una fuerte crítica al actual momento del País.
Acusó de traición política a la actual Administración y de «secuestro» de la transición democrática iniciada hace 36 años, al impulsar una concentración de poder en una sola persona y una exclusión de la sociedad civil.
Se trató de un evento emotivo en donde expresó que su Fundación es la empresa «a la que he decidido dedicarme el resto de mis días», y en la que dejaba su testimonio «desde los bordes de mi adolescencia tardía y de mi obsolescencia implacable».
Muñoz Ledo, quien el próximo sábado cumplirá 89 años, recordó algunos de los momentos de la transición política mexicana en la que participó, impulsada desde 1986 por la Corriente Democrática del PRI, junto con Cuauhtémoc Cárdenas, presente en el evento y en el presidium.
Se refirió a momentos de impulso de la democracia política y la organización de la sociedad civil, así como la ciudadanización de la política, en la que considera que hay una regresión.
«Nuestra transición tenía ya un camino avanzado, el diseño de un futuro político deseable y posible que hoy se combate (…) Basta recordar la propuesta de la Corriente Democrática de 1986, el programa de la Revolución Democrática de 1990 y la proclama de la Nueva República en 1999; el proyecto de la Reforma del Estado a final del milenio anterior», recordó.
Estos proyectos, en su conjunto, dijo, compendian y desarrollan el proyecto de una nueva Constitución que hoy nuevamente retoma.
«La palabra regresivo (…) resulta una manera suave de referirme a la traición política«, apuntó.
La situación actual del País, expuso Muñoz Ledo, remite a una transición democrática que considera secuestrada .
«La transición democrática que iniciamos hace 36 años por un grupo pionero de compatriotas a los que hacía referencia con evocadora puntualidad Cuauhtémoc Cárdenas, que gozó después del terremoto, en 1987, de un sorprendente apoyo social y de las organizaciones del pueblo, ha sido secuestrada y de mala manera», expresó el ex candidato presidencial en el año 2000.
En su lugar, dijo el ex representante ante la ONU, se ha instalado lo que llamó «un absolutismo estéril» y la concentración del poder en una sola persona, lo que implica, advirtió, el peor de los mundos posibles.
¿Estado fallido y Gobierno rebasado?
En ese panorama de la situación actual del País, Muñoz Ledo reiteró sus acusaciones de un posible «contubernio» entre el poder político actual y el crimen organizado, por lo que propuso una comisión de la verdad independiente que investigue esas «sospechas fundadas» .
«La clave distintiva de este proceso ha sido, en mi criterio, una enorme patología: el contubernio del poder público con el crimen organizado, cuando menos desde el inicio de esta administración«, expresó el ex dirigente nacional del PRI y del PRD.
Muñoz Ledo, quien le entregó la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador como presidente de la Cámara de Diputados el 1 de diciembre de 2018, habló de un «Estado fallido, un Gobierno rebasado y una sociedad excluida», así como una «orgía de sangre» y de la falta de asentamiento de los poderes públicos en algunas partes del territorio nacional.
«Como si el narcotráfico le exigiera derecho de piso a las autoridades y, por consecuencia, a la sociedad. Sin territorio, pueblo ni Gobierno se desmorona el Estado-Nación. Esta es la dimensión de nuestra crisis», apuntó.
En la presentación de su nueva Fundación, Muñoz Ledo estuvo acompañado en el presidium, además de Cuauhtémoc Cárdenas, por Clara Jusidman, José Woldenberg y la académica del CIDE, Lorena Ruano.
En su momento, los cuatro se refirieron a la situación actual del País, a la transición democrática producto de una lucha colectiva, al peligro de querer enmarcar su pluralidad en una sola ideología, al desdén por las organizaciones de la sociedad civil y al compromiso de recoger el legado de personajes como Muñoz Ledo hoy plasmado en su Fundación.