En los años 70 las encargadas de provocar escándalos con sus actuaciones fueron Meche Carreño e Isela Vega, ambas sinónimos de polémica y sensualidad
María de las Mercedes Carreño Nava, conocida como Mercedes Carreño o «Meche» Carreño, actriz, productora y argumentista de cine, cuya época de mayor esplendor fue en la década de los 70 del siglo pasado, murió ayer a los 74 años en Estados Unidos, en un hospital luego de permanecer tres días internada a causa de una anemia, como lo confirmó este viernes su familia.
Los desnudos han estado presentes en nuestro cine, desde la clandestinidad a principios del siglo XX hasta el género de ficheras. Es el erotismo nacional, historias sin pudor.
En los años 70 las encargadas de provocar escándalos con sus actuaciones fueron Meche Carreño e Isela Vega, ambas sinónimos de polémica y sensualidad gracias a películas como La choca (1974), de Emilio Indio Fernández, El llanto de la tortuga (1974) y La viuda negra, de Arturo Ripstein (1977).
Desde muy pequeña halló su potencial y lo explotó en más de 50 cintas.
Emilio “El Indio” Fernández y Julio Bracho fueron algunos cineastas con los que trabajó.
La experiencia fue enriquecedora, tanto al frente como detrás de la pantalla, pues admitía que aún con muy poca trayectoria –en ese entonces- se atrevió a explorar un terreno como el arte, mismo que aseguraba era su motor de vida, aunque también comentaba que ahora hacer cine es mucho más fácil, en cuanto a cuestiones técnicas.
El escritor y director de cine Alejandro Jodorowsky es también parte fundamental de sus inicios, y Carreño recordaba que durante la época en que el artista vivió en México, la incluyó en sus famosos actos Efímeros pánicos, trabajo que reconoce como “extraño, pero que existe y me lo enseñó Alejandro”.
De todo dijo haber aprendido. Aseguraba que la belleza es una cuestión interna, aunque la parte externa es la que mejor supo llevar en sus películas. Sin embargo, ante los ojos de la mayoría, resulta complicado no pensar en Meche Carreño sin relacionarla con la sensualidad, que decía, es percepción de quienes la ven y no de ella.
La actriz, productora y argumentista veracruzana fue un símbolo sexual de su época.
Combinó el teatro con el modelaje y fue conocida, por un tiempo, como La chica del monokini.
Protagonizó la película Damiana y los hombres (1967), dirigida por Julio Bracho. Ahí inició su fama.
Le siguieron La sangre enemiga (1971) y La inocente (1972). Recibió el Premio Ariel como Mejor coactuación femenina por la cinta La choca (1974), dirigida por Emilio ‘El indio’ Fernández, que inicia con escenas de la actriz bañándose desnuda en un río.
Más tarde La otra virginidad (1975) y Zona roja (1976), entre otras.
Con el fallecimiento de Meche Carreño, México pierde a una de sus estrellas más grandes.