Alexis Massieu
Desde hace dos meses a una derechohabiente del Seguro Social le están negando un pase para ir a consultar a Monterrey, los médicos le dicen que no es necesario, sin tomar en cuenta que es gracias a un especialista de la Sultana del Norte que ella aún puede caminar aunque sea un poco, luego de un mal diagnóstico en la Clínica 7.
Hace un año durante una consulta en el Seguro Social, la Señora Salinas, notó que en las radiografías de su espalda aparecía una enorme mancha blanca, y al preguntarle a la doctora, esta le dijo que era una inflamación en los huesos, familiares suyos que saben sobre esos estudios la pusieron en alerta, señalando que era una tontería lo que le habían dicho, descubriendo que en la espalda se le había formado un enorme quiste.
A los quince días sus familiares que son radiólogos, la llevaron a consultar en Monterrey, no estaban conformes, le practicaron una resonancia magnética que reveló que tenía un quiste de casi 10 pulgadas de largo, por 3 de ancho.
Ese enorme quiste señala, pudo originarse por una infección en la garganta, o en otra parte, virus que se alojó en la parte de su cuerpo más debilitada, dado que le estuvieron poniendo durante mucho tiempo metilprednisolona, que es un medicamento inmunosupresor que le bajaba sus defensas.
“Llegar a Monterrey lo cambió todo, le di gracias al doctor, porque jamás en todos los años en la Clínica 7, nunca me habían atendido así, te hacen sentir humano, fue ahí donde le dijeron que era lo que le estaba pasando y qué tenía que hacer para tratarlo”.
Debido al mal diagnóstico en el hospital, cuenta le quedaron varias secuelas, todo el tiempo siente dolor, tiene muchas limitaciones, usa fajas, bastón, silla de ruedas y pasa mucho tiempo recostada, ya que se agota con facilidad y corre el riesgo de caerse.
Le detectaron 3 hernias en el cuello y una de ellas está presionando un nervio en el área de la nuca, provocándole problemas de índole neuronal, que provoca entre otras cosas, que no pueda levantar cosas que pesen más de 15 kilos, que no coordine bien sus movimientos, y que súbitamente pueda perder el equilibro y se caiga.
Todos esos problemas, afirmó; se generaron a raíz del medicamento corticoide, y la aparición del enorme quiste que le provocó en una fractura en una vértebra que con el paso del tiempo terminó unida a otra, deformándole en cierta medida la columna vertebral.
“Nunca imaginé que fuera a parar a neurocirugía, que fue a donde vino a desembocar esa cadena de problemas, para mí, y para mis familiares, es algo que se pudo evitar si me hubieran detectado el quiste desde un principio”.
SUFRE TRATO DÉSPOTA EN CLÍNICA 7
“Uno va como enfermo, y a veces te hacen sentir como si fueras a pedirles un favor, leí el juramento de Hipócrates, y dice todo lo contrario”.
Las citas en Monterrey, ella las consiguió, no el Seguro en Monclova, donde ahora no le quieren dar una orden para ir a consultar con el médico que le ha dado el trato digno que se merece un derechohabiente.
Desde el mes de mayo que lo ha solicitado, no la han querido enviar a Monterrey, ya son más de dos meses en los que su salud se está deteriorando, por un problema que pudo prevenirse, al grado que el medicamento que le han estado suministrando ya le generó un quiste en un riñón, que no le van a operar debido al riesgo que conlleva y a que tendría que cargar de por vida con una bolsita.
“Bendito Dios, limitada; pero me puedo asearme yo misma, hacer algunas cosas en la casa, como terapia ocupacional, porque tanto dolor puede generar una depresión”, y ante eso señala, también recibe ayuda psicológica.
“Uno espera que te hagan sentir que estás vivo todavía, pero me ha tocado médicos que ni siquiera hacen contacto visual contigo, el derechohabiente cumple con su parte, ¿por qué ellos no cumplen con la suya?”
Ella ya le dijo en varias ocasiones a su médico, que la estaban requiriendo en Monterrey, pero le respondió que para qué la enviaba, que no le van a hacer nada. El médico de allá aclara quiere ver cuál es su problema de raíz.
“Ya estoy en cuidados paliativos”, señaló la Señora Salinas, un tipo de cuidados que se dan a las personas con la única finalidad de ayudarles a mejorar su calidad de vida.
“He hablado con mis hijos y tengo arreglado todo, porque el de arriba manda y a la hora que él diga yo me voy contenta, yo ya cumplí, sin embargo detrás de mi viene más gente, y fue una persona IMSS la que me abrió los ojos, me dijo; bueno, tú te vas, ¿y los que viene detrás de ti qué, van a sufrir ese mismo calvario?”.
No se les está pidiendo a veces nada extraordinario a los doctores, señaló la entrevistada, en su caso es un simple papel, un envío o cita, para ir con el doctor con el que encontró el trato digno que se merece.
GASTA 80 MIL PESOS EN MORFINA
Para poder hacer frente a sus padecimientos, la Señora Salinas, ha tenido que gastar mucho dinero, lo cual se ha podido gracias al apoyo de su familia, como es la compra de la morfina que todos los días emplea para mitigar el dolor en la espalda.
Más de 80 mil pesos en morfina es lo que se ha gastado de la llegada de la pandemia a la fecha, antes le daban 15 dosis y ahora sólo 4, y eso gracias a que éste matutino sacó a la luz pública su caso, cuando aparentemente ese medicamento estaba siendo empleados para tratar el Covid-19 y se lo negaban al 100%.
Dos tanques de oxígeno son los que necesita por semana debido a que sus costillas no se expanden lo suficiente para respirar profundo, son otro de los fuertes gastos que debe hacer debido a los problemas de salud que se pudieron haber evitado con un diagnóstico oportuno.