Alexis Massieu
¡No hay vacunas!, reza el letrero con el que en el hospital Amparo Pape, reciben a los que buscan inmunizar a sus hijos recién nacidos contra enfermedades que por generaciones no habían representado un peligro, como la BCG que combate la tuberculosis, y aquella que los protege contra la hepatitis B.
¡Hasta nuevo aviso!, señala el cartel pegado en la puerta principal del nosocomio ubicado en la colonia Nueva Miravalle, como para evitar que los padres pregunten algo a lo que invariablemente en el hospital al que vayan les responderán que no hay.
Ya a nivel nacional los especialistas advirtieron que se estima que en México hay una disminución de un 70% en el suministro de vacunas, y parte de ello se debe al enfoque único en el combate al coronavirus.
Lamentablemente, esa “intermitencia” que se ha registrado durante la pandemia y la actual administración del Gobierno Federal, representa un grave problema de salud, dado que enfermedades que están bajo control podrían resurgir, como ya sucede con la viruela, en su variante “del mono” a nivel mundial, cuya vacuna se dejó de aplicar en México, en la década de los 80’s.
Cada una de las vacunas para los recién nacidos a las que no se puede acceder actualmente de forma gratuita mediante el sector salud, ya sea en hospitales como el Amparo Pape de Benavides, las clínicas del IMSS o el ISSSTE; tienen un costo que ronda los mil pesos, dependiendo del médico pediatra con el que se acuda, aunque en el recorrido que se hizo por La Prensa, no se encontraron médicos o clínicas particulares que las tengan.
ACECHA POLIO
Aunque aparecen signos de alarma, con brote de enfermedades que ya estaban erradicadas como la poliomielitis, en Monclova y la Región no hay vacunas en todo el sistema de salud para proteger a los niños, desde recién nacidos, y tampoco existe una fecha para recibir dotaciones de los inmunizantes.
Como sucede a nivel nacional y se advirtió por parte de los especialistas, actualmente en Monclova ningún hospital o centro de salud cuenta con las vacunas que integran precisamente el esquema nacional de vacunación, y que podría ocasionar el rebrote de enfermedades que estuvieron controladas durante muchas generaciones.
En Estados Unidos se dio a conocer en días pasados el primer caso de poliomielitis en un adulto, generando alertas a nivel internacional.
El esquema nacional de salud implica inmunizar a los niños contra la hepatitis B, poliomelitis, rotavirus, y el neumococo entre otras enfermedades, con aplicaciones que dan protección no solo a una enfermedad, sino varias en una misma dosis como es el caso de la hexavalente.
Ya sea que los padres de familia acudan a las clínicas del IMSS o las del sector salud como el hospital Amparo Pape de Benavides, encontrar vacunas como la BCG contra la tuberculosis es imposible, una situación que en apariencia se extiende prácticamente a todas la vacunas.
BAJA 70% ABASTO DE VACUNAS
Contra lo evidente, autoridades en la materia como la Cuarta Jurisdicción Sanitaria, niegan que exista tal escasez y aseguran que las vacunas siguen llegando, sólo que en ocasiones se acaban y su existencia se da de manera intermitente en los hospitales, invitando a los padres de familia a que si no la encuentran en una clínica, la busquen en otra. La realidad es que ninguna clínica la tiene.
En tanto, padres de familia peregrinan por todos los hospitales del sector salud, buscando vacunas para sus hijos, pero no las encuentran ni en el IMSS, ni la Jurisdicción de Salud y tampoco en el hospital general Amparo Pape.
Tampoco hay una precisión acerca de la fecha en la que van a llegar las vacunas, de manera ambigua a los padres de familia le dicen que posiblemente hasta el mes de agosto, sin asegurar.
La semana pasada presuntamente las vacunas llegarían a los hospitales del IMSS pero no fue así, lo que deja en el desamparo a muchos niños, en tanto que tampoco pueden conseguirse en farmacias o consultorios particulares, pues son controlados completamente por el sistema de salud.
A nivel nacional los especialistas han dado a conocer que en México se estima se disminuyó en un 70% el suministro de vacunas, y parte de ello se debe al enfoque único en el combate al coronavirus, dejando en riesgo a la población, principalmente a los niños, y vulnerables a otras enfermedades que estaban erradicadas.
También desaparecieron las campañas de vacunación que hace años se realizaban en forma de barrido, en que personal del sector salud recorría casa por casa para aplicar las vacunas, procurando tener completa la cartilla de vacunación.