Hasta ahora he tratado de llevar un orden para dar a conocer el proceso histórico cercano que nos ha remitido al punto de la seguridad o inseguridad donde estamos, también he evitado dar mi punto de vista para no contaminar el proceso con alguna ideología, aunque repito que carezco de ellas.
Me voy a adelantar un poco para también complementar una entrevista que me hicieron y relatare lo que prometí.
Cada uno desarrolle su pensamiento critico teniendo la seguridad de que lo que voy a referir es real y comprobable, pero sin duda la inacción resulta peligrosa para un país que su proceso civilizatorio aun no lo alcanza para evitar ser tan violento y su sistema de justicia ha sido institucionalmente enfermizo y no ha podido aplicar la justicia y limitar la impunidad.
Lo que sigue va a poner a mucha gente en peligro, inclusive a mi familia, pero todos debemos correr nuestros riesgos si queremos salir del hoyo a donde caímos y evitar el abismo al que nos encaminamos y no tengo dudas que es por el bien de todos y sobra todo de los que han quedado indefensos como as mujeres y los niños que no son débiles, en realidad están indefensos.
Iremos a Coahuila en el año 2012 que era territorio de los zetas e imposible hacer algo sin su consentimiento, las autoridades civiles no solo estaban tomadas, estaban controladas y a los policías municipales dependiendo el cargo se le pagaba un cuota que iba partir de los 3,000 pesos semanales y si no cumplían lo que se les encargaba eran castigados a partir de tablazos, dejarlos amarrados por días en alguna casa de seguridad y hasta la muerte en caso de omisiones graves y de la procuraduría ni hablar, no existían y todos recibían algo, es decir, el grupo tenia una gran nomina que para poderla cumplir todo era controlado a excepción de la empresa Altos Hornos que se encuentra en Monclova y claro, los Ancira quienes entraban y salían vía aérea con escoltas de origen israelí.
Monclova era tierra del jefe de los zetas, Heriberto Lazcano Lazcano el “Z-3”, G.A.F.E. del servicio de transmisiones. Todo el municipio y sus zonas adyacentes estaban bajo su control y se empleaba como cuartel general, centro de comunicaciones, de adiestramiento y hasta de asueto y diversión.
Por parte del otro bando, es decir, de la autoridad, nuestros vecinos del norte le metieron medios, pero no dinero y me explico, por medio de la iniciativa Mérida ellos daban lo que podían proporcionar por el monto prometido y esto era vinculado con su idea de cómo se podía acabar con las organizaciones criminales y en aquellos tiempos venían con el impulso de la guerra en Afganistán y creían que los grupos de fusión eran la manera neta para acabarlos.
Los grupos de fusión fueron implementados en Afganistán para combatir los grupos criminales y narcotraficantes de aquella región, en estos grupos se coordinaban las unidades militares estadounidenses y milicias locales, inteligencia y las autoridades civiles locales.
A nivel regional se estableció la operación Frontera Norte con un mando centralizado en Monterrey para establecer control de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas para afrontar el riesgo y evitar la colusión de autoridades locales, se enviaron tropas de toda la república y de febrero a abril del 2012 en el marco de la Operación Noreste le correspondió al 21/o batallón de infantería, mi batallón.
El grupo de fusión se estableció en Nuevo León, era una especie de cuartel general a cargo del comandante de la operación Frontera Norte y a la vez de la V Región Militar, contaba con especialistas y representantes de todas las autoridades civiles, militares y de las agencias estadounidenses de seguridad e inteligencia, incluidos la ATF y la patrulla fronteriza, además de la fuerza de reacción de Fuerzas Especiales de la región.
A mi batallón correspondió el sector de Monclova, reforzado además de armamento colectivo con un helicóptero MD-530.
La La organización delictiva era muy flexible y la sociedad para entonces ya era parte de su esquema y sobre todo los niños, niñas y adolescentes quienes eran los halcones, normalmente no pasaban de los 14 o 15 años o eran mujeres de cualquier edad situados en los puntos más críticos desde donde reportaban todo lo que se movía o hacía sospechoso ya fuera por aire o tierra, usaban claves que hoy en día ya forman parte del léxico del área y de la cárcel, este sistema lo complementaban los vendedores ambulantes, taxistas o cualquiera que tuviera pretexto y necesidad de estar en la calle, incluida la policía municipal.
La mayoría de los equipos de reacción, choque y sicarios del grupo criminal eran adolescentes de entre 15 y 18 años porque eran difíciles de detener y enviar a la cárcel por no haber alcanzado todavía la edad adulta. Estos se establecían en puntos estratégicos y casas de seguridad, usaban vehículos robados y algunos blindados de manera artesanal con acero de alto carbono que no se fabrica en México (los famosos monstruos) y armamento individual de todo tipo y de protección como chalecos blindados, lo que pueden ver en televisión.
Las casas de seguridad estaban por todas partes con entradas y salidas secretas, algunas con bodegas subterráneas a las que se entraban por construcciones con apariencia de casa o cabaña humilde, pero en realidad bajo tierra había grandes bodegas separadas por esclusas como las de los barcos.
Comenzamos por limitar su libertad de acción con un despliegue permanente en los puntos críticos y que sabíamos que estaban halconeados quitándoles sus medios de comunicación porque además con los niños no podíamos hacer nada. Con sus propios radios comenzamos a escucharlos, desciframos sus claves y comenzamos a conocer sus ubicaciones y con ello los desorganizamos, inclusive encontramos al que controlaba el sistema de comunicaciones quien se mantenía en movimiento permanente para evitar ser un blanco fijo. Los delincuentes comenzaron a cometer errores y entonces hubo aseguramientos, encontronazos o como dirían ellos topones, etc, etc, etc.
Con los monstruos era complicado porque nosotros no estábamos blindados y aunque les puse protecciones metálicas a los vehículos estas no eran de acero balístico, alguna vez nos apoyo la fuerza estatal denominada Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE), pero eso será parte de otra historia.
Encontramos su sistema de comunicaciones con repetidoras y lo desmantelamos, toneladas de equipo y para bajarlo del cerro se ocupó de un helicóptero.
Con esto rompimos su mecanismo de control y comunicación, con ello el riesgo de topones para todos los que operaban en el área se hizo altísimo, pero termino el juego del gato y el ratón.
Al final de nuestro periodo de operación hubo fuga de información de ambos bandos: ellos sabían que ya nos íbamos y yo que ellos planeaban hacer una fiesta pues ya no estaría el gato.
Por medios seguros y encriptados informe a la SEDENA y también a DN-1, siempre he sido un comandante de decisión lo que llevo a la aprobación y planeo una operación especial.
Sabía que sería imposible mover el batallón sin alertarlos porque estaba sumamente halconeado, yo tenía al batallón concentrado y bajo preparativos para irnos, pero en realidad nos preparábamos para ir en busca de Lazcano, el Z-3 y sus lugartenientes, los hombres que tenia bajo mi mando no lo supieron hasta unas horas antes de comenzar la operación.
Y aquí debo resaltar el valor y compromiso con México de la tropa del Ejercito Mexicano, quienes nunca dejan de sorprenderme con sus capacidades y decisión a quienes he visto realizar proezas que me parecían imposibles. Ellos son los héroes de México.
El G.A.F.E. haría un envolvimiento vertical y yo saldría 15 minutos antes de la hora de arribo que era el tiempo que hacíamos del campamento al Centro Recreativo Sección V SNTE que se encontraba a las afueras de Monclova para cerrar todas las vías de comunicación, las entradas y salidas del lugar y neutralizar una concentración de personas que las imágenes de inteligencia mostraban que posiblemente eran una fuerza de apoyo delincuencial con armas colectivas.
La hora sería a la media noche para evitar cualquier daño colateral, cuando el G.A.F.E. estaba a 15 min. del blanco se me dio aviso, yo Sali a la cabeza con mi escolta compuesta por 4 vehículos artillados con ametralladora, Barret y lanzagranadas de 40mm, cada uno de nosotros con la dotación individual del fusil Xiuhcoatl 5,56 mm, atrás de mi el grupo de choque principal que entraría, más atrás los de envolvimiento para evitar cualquier fuga y por su lado los que cerrarían todo el perímetro y la base de fuego que dispararían granadas para dispersar a la fuerza de apoyo delincuencial en el caso de que se movilizaran contra nosotros.
Justo al llegar a la entrada observe a 50 metros que salía una camioneta blanca a toda velocidad con un helicóptero Cougar pisándole los talones, me avisaron que ahí iba el Z-3.
¿Qué había pasado?
Cuando llegaron los helicópteros el ruido alerto a los delincuentes, las fuerzas especiales bajaron fuera del centro y debían cruzar una malla ciclónica que le compro tiempo al Z-3 para huir junto con su familia seguido de sus hombres.
Pase el vehículo escolta de vanguardia para atrás porque mi piloto era el mas experimentado y demasiado bueno para conducir con lo que comenzó la persecución. El helicóptero con su reflector nos daba la referencia y la persecución se dio a velocidades de 180 a 200 km/h, todavía no sé cómo hicieron los artilleros para mantener su posición en la caja de la camioneta controlando la metralleta montada sobre la cabina.
Ahora cada uno debía cumplir con sus misiones de manera independiente, pero yo estaba confiado porque todos eran excelentes comandantes y me permitió concentrarme en lo mío.
Conforme avanzamos sobre la carretera nos iban aventando estrellas ponchallantas y disparando, pero la velocidad era nuestra mejor defensa y sabíamos que todo el grupo delincuencial estaba en alerta.
El comandante de la Zona Militar, uno de los hombres mas valientes y con decisión que conozco y que acababa de sobrevivir a una emboscada puso en alerta todas sus tropas, cerro todo el estado y puso barricadas sobre la ruta, al igual que a nosotros al Z-3 le iban informando de las condiciones y antes de llegar a las barricadas cambiaba de ruta, al cabo de la primera hora de persecución y ante el riesgo le ordene al piloto del helicóptero que abriera fuego para detenerlo, pero me contesto que no estaba en sus protocolos porque no estaba siendo atacado.
Entonces solicite al escalón superior le ordenara a la tripulación del helicóptero abrir fuego quien siguió negándose, apegándose a los protocolos.
Cuando estábamos cerca de Múzquiz, ya con solo 2 camionetas ya que las demás las habían logrado averiar me encontré con una barricada, el Z-3 se había desviado antes. En la barricada me encontré con el comandante del regimiento, le pedí apoyo para los vehículos averiados y se incorporó a la persecución.
Ya sobre carreteras de segundo orden y con la escolta del comandante del regimiento también disminuyendo conforme nos dirigíamos a una poblacion que se llama Los Treviño, el helicóptero se estaba quedando sin combustible y se atrevió a abrir fuego con una granada de 40mm que impacto en el cofre del vehículo y solo le hizo una abolladura y manchó el parabrisas del lado del copiloto, la camioneta tenía un blindaje excepcional de al menos nivel V plus. Cuando llegamos a la camioneta encontramos también otra camioneta con logos de la policía estatal chocada que probablemente apoyaba a Lazcano en su huida y chocaron tras el disparo del helicóptero.
Ya solo quedaban 2 camionetas, la mía y a del comandante del regimiento y ya no teníamos helicóptero, entonces las plataformas que iban dando seguimiento y grabando la operación nos dijeron que el Z-3 se bajo de la camioneta, se subió a otro vehículo y continuo al poblado de Los Treviño.
En la camioneta blindada encontramos un lanzacohetes antitanque, un Barret y un fusil, además de documentos, el Z-3 se la había perdonado al helicóptero o sabía que atacarlo significaría un ataque de regreso, dejamos una endeble seguridad y continuamos la persecución.
Llegamos al poblado de Los Treviño y desde la plataforma nos iban indicando a donde se había metido, ya amanecía, despertamos a los aun dormidos del pueblo y nos dejaban entrar a donde la plataforma nos señalaba y…
NADA.
Empecé a recibir los informes de mis comandantes de las diferentes unidades a mi mando y me llamo el comandante del G.A.F.E. ordenándome fuera a hacerme cargo de todo, empecé a organizarme y concentrar las fuerzas, a apoyar las tropas aisladas en caso de una contraofensiva, organicé a los detenidos. El G.A.F.E. había detenido a los meseros, a la Banda Jerez y a la Banda Gusano.
Envié a buscar al Z-3 a ver si lográbamos algo todavía y me llevé a todos los detenidos al ministerio público, con todo y camiones de gira de las bandas para ponerlos a disposición y previo a esto tuve que ver que desayunaran con los recursos de mis tropas. El estado tuvo que movilizar a todos sus MP’s para levantar las actas, tomar declaraciones y todavía tuve que prever comida y cena dejando a mis tropas a media ración.
Los músicos de la Banda Jerez me regalaron unos CD’s de sus canciones que tuve que desechar por ser una apología al grupo delincuencial especifico. Esto es otro gran problema que servía a los grupos delincuenciales para atraer jóvenes al crimen, la apología al narcotráfico con sus series, corridos y películas.
¿Qué paso con esto?
Que durante tres meses limitamos y debilitamos al grupo delictivo de los zetas, conseguimos salvar muchas vidas y limitamos los delitos. En 3 Meses de operaciones hubo solo 4 agresores muertos, 76 detenidos y en la operación contra Lazcano no hubo muertos. No entramos tirando balazos ni ametrallando, no matamos en caliente.
¿y qué paso después?
La estocada estaba dada con lo obtenido del Z-3, estaba ubicado y poco después muerto en un enfrentamiento, conmigo el no haberlo detenido me complicaría la vida pues en represalia a mis acciones casi logran secuestrar a uno de mis hijos y me abrieron una averiguación que sería rápidamente solucionada, pero mi expediente sería manchado por primera vez.
Ya en el presente, dada mi “peligrosidad” al recluirme en el penal de máxima seguridad como prisión preventiva, me ubicaron en el modulo X denominado tratamientos especiales, dijeran los de aquí el calabozo o la cárcel de la cárcel, solo habíamos dos personas en el pasillo y llego uno mas castigado: el Z-42 quien a la distancia que nos separaba nos conto muchas cosas, entre ellas el evento de la persecución al Z-3 que es simbólico para ellos y comento como se escondió en un lugar donde había una acequia o algo con agua a un lado de la carretera y ahí se quedó día y noche, por 3 días hasta que paso el peligro.
Claro, en ese momento yo no le comenté que era yo quien lo perseguía, aunque creo que ahora se enterará.
