La avispa más grande del mundo tiene un nuevo nombre común, pensado para no evocar el miedo y la xenofobia.
National Geographic Latinoamérica
Los «avispones asesinos» han sido renombrados.
Cuando los avispones gigantes asiáticos llegaron a la costa del Pacífico de Norteamérica en 2020, fueron apodados «avispones asesinos», creando cierto revuelo mediático.
Pero la cobertura mediática de la especie (nativa de Asia oriental) y su apodo han generado cierto miedo entre el público. En Estados Unidos, muchas avispas nativas murieron por error y las ventas de pesticidas para matar a estos avispones se dispararon. La realidad es que el apodo nunca tuvo sentido, ya que todos los avispones matan a sus presas. Por estas y otras razones, a los científicos no les gustó el término, lo cancelaron y rebautizaron a esta especie.
Por supuesto, los avispones son legítimamente temibles: con un tamaño de casi cuatro centímetros, son las avispas más grandes del mundo. Su picadura, que puede ser mortal para los alérgicos, puede sentirse como si “te clavaran una aguja al rojo vivo», dice Shunichi Makino, entomólogo del Instituto de Investigación de Bosques y Productos Forestales de Japón.
Pero su nombre común anterior y no oficial, el avispón gigante asiático, también presenta problemas. Por un lado, hay otros avispones enormes en Asia. Varias de estas especies son invasoras en otras partes del mundo.
Por ello, la Sociedad Entomológica de América, la mayor sociedad científica de este tipo, ha acuñado un nuevo nombre común para estas avispas: avispón gigante del norte.
El término es «científicamente preciso y fácil de entender, y evita evocar el miedo o la discriminación«, sostiene la entomóloga Jessica Ware, presidenta de la sociedad y conservadora del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York (Estados Unidos). «Los insectos ya tienen suficiente mala fama, no creo que haya que echar más leña al fuego».
Cuál es la relación entre los avispones asesinos y el daño ecológico
Los avispones gigantes del norte (Vespa mandarinia), que tienen grandes cabezas anaranjadas, abdómenes rayados y aguijones al acecho, fueron vistos por primera vez en la Columbia Británica (Canadá) y en el extremo noroeste del estado de Washington (Estados Unidos) en el otoño de 2019.
Estos avispones devoran una amplia variedad de insectos, pero tienen una habilidad especial para realizar ataques en masa a las colonias de abejas melíferas, durante los cuales decapitan a las abejas y roban sus larvas para alimentarse. Si las avispas se establecen en la costa del Pacífico de Norteamérica, podrían causar un verdadero daño ecológico.
Por eso, a lo largo de 2020, científicos y apicultores se movilizaron para intentar erradicarlas. Ese otoño, tras meses de esfuerzo, encontraron y destruyeron un avispero. En 2021 se localizaron y eliminaron otras tres colmenas; esta vigilancia continuará y se ampliará en 2022.
Investigadores como Chris Looney, entomólogo del Departamento de Agricultura del Estado de Washington, son optimistas en cuanto a que, con esfuerzos constantes, la V. mandarinia puede ser erradicada de Washington.
Avispones asesinos: ¿por qué se les cambió el nombre?
Looney también es autor de la propuesta de un nuevo nombre para la Sociedad Entomológica de América. Señala que esta especie se encuentra en todo el este de Asia, al norte de Siberia. Se solapan un poco con la segunda avispa más grande, V. soror, cuya área de distribución se extiende más al sur, hasta las selvas de Laos y Vietnam. Por esta razón, Looney acuñó «avispón gigante del norte» para V. mandarinia, y «avispón gigante del sur» para V. soror. Ninguno de los dos tenía un nombre común oficial anterior.
Looney consideró que el cambio de nombre era necesario en parte porque todos los avispones, definidos científicamente como miembros del género Vespa, tienen parte de su área de distribución nativa en Asia.
«Todos los avispones son avispones asiáticos», asegura Looney, es redundante. «Es como añadir la palabra ‘océano’ a los nombres de las ballenas».
Además, el sentimiento antiasiático y los delitos de odio han aumentado durante la pandemia de la COVID-19, señala Looney, y etiquetar como «asiática» a una especie invasora percibida negativamente puede ser perjudicial para todos.
Makino, que vive en Japón, no cree que sea necesario abandonar las palabras «Asia» o «asiático» en los nombres comunes en general, «porque los nombres geográficos suelen ser convenientes y fáciles de recordar», argumenta.
«Sin embargo, si hay personas a las que una expresión les resulta incómoda o insultante, por pocas que sean, deberíamos evitarla en la medida de lo posible».
¿Será fácil adoptar el nuevo nombre de los avispones asesinos?
En mayo de 2020, el New York Times utilizó por primera vez en lengua inglesa la expresión «murder hornets» (avispones asesinos, en español) para describir a los avispones gigantes del norte.
El término, sin duda, generó conciencia sobre la amenaza ecológica que suponen estos insectos. Pero el apelativo de «asesinos» también llevó a la gente a actuar de forma irracional, especialmente cuando se une a una falta generalizada de conocimientos básicos sobre los insectos, afirma el entomólogo de la Universidad de Arizona Justin Schmidt.
El nombre es «exagerado y ciertamente ha llevado a las personas a temerles», coincide Brock Harpur, un científico de la Universidad de Purdue en Indiana que estudia estos animales. «Podría mostrar muchos correos electrónicos que me envían los ciudadanos con fotos de avispas que han matado en Indiana porque pensaban que eran avispas asesinas».
Indiana, por supuesto, está a miles de kilómetros del estado de Washington, el único lugar de Estados Unidos donde se encuentran los avispones (se ha localizado y destruido otro nido en la Columbia Británica).
Este problema no es exclusivo de su estado, aclara Harpur: los entomólogos de todo el país han informado de un aumento similar de avistamientos erróneos.
En este caso, el nombre de «avispón gigante del norte» parece razonable por su área de distribución geográfica nativa, dice Makino. En cuanto al apelativo de «avispón asesino», «está bien desechar esa denominación».
Sin embargo, es poco probable que desaparezca.
«‘Avispón asesino’ ha venido aquí para quedarse», sostiene Matt Buffington, entomólogo del Departamento de Agricultura de EE UU. «Al principio me decepcionó mucho el uso del nombre por parte de los medios de comunicación, pero también entiendo su atractivo».
Buffington prefiere utilizar los nombres científicos, que «evitan toda confusión». Pueden ser difíciles de aprender, dice, pero «al igual que con cualquier lengua extranjera, una vez que se adquiere la práctica , se abre todo un mundo».