El estatus especial del que gozó el Opus Dei por cuatro décadas, termina hoy.
Bernardo Barranco, analista en religión, lo describió como un híbrido en la Iglesia católica, que operaba con total libertad y que por la permisividad que se le concedió durante la gestión del Papa Juan Pablo II, cargan con «leyendas negras».
«Es una especie como de pastoral de los ricos, que se destina a la gente de poder, de poder económico, político, cultural. Es una organización que está identificada con posturas de derecha, de extrema derecha o de conservadurismo al grado que se le vincula, se le identifica con el franquismo. Franco en momentos, en los años 50, tuvo en su gabinete a miembros del Opus Dei», apuntó.
Barranco recordó que hoy entra en vigor la reforma de la curia romana que se le pidió al Papa Francisco y en la que se determinó finalizar con los privilegios que el Papa Juan Pablo II otorgó al Opus Dei en los años 80 y 90.
«(Ahora), los obliga a ser más transparentes, a presentar informes y lo cambia al dicasterio del clero. Digamos que da piso parejo con otros movimientos parecidos como Focolares, Sodalitium Christianae Vitae, Comunión y Liberación», refirió.
En entrevista, el sociólogo especializado en creencias religiosas y cultura comentó que en 2013 el primer mandato que le plantean los cardenales electores al Papa Francisco es reformar la curia.
«Una curia caprichosa, de privilegios, de sed de poder. Y lo que hace Francisco durante 8 años es estudiar, analizar la reforma de la curia.
«Sacude esos polvos imperiales de los grandes monseñores que habitan en el Vaticano y el 4 de agosto entra en vigor un Motu Proprio, un documento escrito en puño y letra del Papa que significa ‘Ad charisma tuendum’, es decir, para proteger el carisma», agregó.
Barranco recordó que el ojo estaba en el Opus Dei, por su carácter secretista, sin rendición de cuentas y elitista.
«Seguro que esto no va a caer muy bien al Opus Dei, porque tenía muchas libertades. Incluso Motu Propio le pide que actualice o ajuste su reglamento interno, su constitución interna, sus leyes internas a este nuevo estatus.
«Ciertamente salen de una amplia zona de confort en la cual vivieron más de 40 años. Estaba incorporado de manera, podríamos decir, ventajosa con una serie de privilegios que otros movimientos no tenían. Más que un mensaje, el Papa está tomando una decisión fuerte, pero sustentada en términos canónicos», mencionó.
Ahora, cada año el Opus Dei deberá presentar un informe sobre su prelatura y el desarrollo de su labor apostólica en el mundo.
Barranco aclaró que aunque seguirá siendo una prelatura personal, el prelado o máximo representante del Opus Dei, actualmente Fernando Ocáriz, ya no podrá ser Obispo ni tendrá permitido portar los ropajes ni el anillo episcopal.
Tras el anuncio, Monseñor Ocáriz lanzó un llamado a los integrantes a aceptar la nueva normativa de la curia romana y aseguró que la ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para guiar al Opus Dei.