Por Yuriria Sierra
Niñas: mexicanas y excepcionales
Katya Echazarreta formó parte de la misión NS-21 de la compañía Blue Origin. El lanzamiento ocurrió el primer sábado de junio, hace un par de meses. La nave New Shepard despegó desde Van Horn, Texas. Junto a Katya también viajaron cinco personas más, pero ella fue la única mujer, y todos llevaron consigo una postal con un mensaje de aliento para aquellos que sueñan con conocer el espacio.
Ellas son las voces y figuras de los próximos años. No es lugar común, es la consecuencia evidente ante el trabajo y el talento. Una de ellas se convirtió en la primera mexicana en ir al espacio, la otra es una pequeña que hoy tiene en sus manos una tarea importantísima: nombrar un asteroide.
Katya Echazarreta formó parte de la misión NS-21 de la compañía Blue Origin. El lanzamiento ocurrió el primer sábado de junio, hace un par de meses. La nave New Shepard despegó desde Van Horn, Texas. Junto a Katya también viajaron cinco personas más, pero ella fue la única mujer, y todos llevaron consigo una postal con un mensaje de aliento para aquellos que sueñan con conocer el espacio. Katya tiene 26 años, nació en Guadalajara, pero desde los siete vive en Estados Unidos. Es ingeniera eléctrica y antes de este viaje trabajó en cinco misiones de la NASA. Actualmente es estudiante de maestría en la Universidad Johns Hopkins. Tras encontrarse con Marcelo Ebrard hace unas semanas, ayer finalmente llegó a Palacio Nacional, después recibió las llaves de la CDMX, pero, en reciprocidad, Katya lanzó un enorme mensaje de aliento:
“Es lo más bonito que he visto en mi vida, yo pensaba de niña que el cielo y las estrellas era lo más bonito, pero ahora que he visto el planeta Tierra les puedo decir que es lo más hermoso que he visto (…) Mis maestros de la universidad me decían que esas carreras no eran para las mujeres, me decían que estaba desperdiciando el lugar de un hombre que sí se lo merecía (…) Lo primero que necesitas tener cuando tienes una visión así tienes que creer en ti, tan sinceramente porque sólo así lo vas a lograr…”.
Ashley Martínez tiene 12 años, en junio del año pasado participó en una campaña de observación organizada por la NASA, quien le asignó cuatro imágenes. Tras semanas de análisis, sorpresa, describió un objeto en movimiento que ya es materia de estudio, se trata de un asteroide al que pondrá nombre una vez que se conozca su órbita: “La importancia de buscar asteroides, qué tal si uno de los que encontramos llega a impactar la Tierra; es importante, ya que así se podría, una vez que se investigue su órbita, ubicar la zona en la que podría aterrizar (…) Les diría que no se subestimen y que no les digan que por ser niños no pueden hacer este tipo de cosas, ya que ahora, con la tecnología, es más fácil meterte en este tipo de proyectos, y les diría que, aunque seamos pequeños, podemos hacer cosas grandes…”, dijo a mi compañero Pedro Tonantzin, corresponsal de Imagen Televisión en Morelos, estado donde radica esta pequeña.
Y así como Katya y Ashley, hace unos días les contamos sobre Andrea, una mujer oaxaqueña de 71 años que es inspiración para las habitantes de toda su comunidad. Mujeres de tres generaciones que están retando a todo un sistema que ha querido cerrar puertas por género y edad, pero ellas demuestran que todo, absolutamente todo, es espacio dispuesto para nosotras.