Por Yuriria Sierra
¿Qué perfil opositor?
Las corcholatas ahí están, echadas a andar, incluso desde ya, en la reiterada no campaña, se enfrentan con fallos del Tribunal Electoral. Ayer mismo, el órgano señaló que tanto Claudia Sheinbaum como Marcelo Ebrard vulneraron principios de equidad e imparcialidad al asistir a actos de campaña en días previos a la elección del pasado junio. No hay sanción, pero esto es una advertencia, sin duda, a la lupa que agudizará su aumento conforme se acerque el 2024. Ya vendrá la elección del próximo año como nueva oportunidad para alimentar la causa morenista con miras a lo que sucederá en dos años.
Si algo es evidente es que Morena va a la delantera en el camino sucesor. Insistimos: no hay figura en la oposición ocupada en crecer su imagen. A Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, se le coloca bajo el reflector más por el wishful thinking, lo que representa la marca Colosio, que por una intención real del joven político, aunque dentro de Movimiento Ciudadano no hay nadie más con césped fresco y dispuesto al crecimiento. Los gobernadores en funciones emanados de ese partido cargan con suficientes yerros, una labor imposible de revertir. Enrique Alfaro y Samuel García, por ejemplo, han calcado su actuar frente a crisis como la generada por los feminicidios, una causa que, definitivamente, será factor electoral.
Acción Nacional tiene a Ricardo Anaya, quien no se rinde. Cada lunes, puntal, a las siete de la mañana publica su video y mensaje con el que intenta figurar como un contrapeso “necesario”. El resultado de su estrategia no desborda sensación de éxito, por ahora, poco a poco ha dejado de ocupar titulares. Acaso se mantiene en los memes, que lejos están de convertirse, en su caso, en un vehículo de popularidad. Padece lo mismo que Alejandro Moreno, líder del PRI, que entiende la cargada en su contra porque se asume como una amenaza real de liderazgo. Espejismos…
Hay figuras que ya han hablado de su intención de ocupar un espacio en la contienda electoral de 2024 del lado opositor. Lilly Téllez lo hizo en febrero pasado durante una conversación Spaces, de Twitter. La hoy senadora por el PAN no ha descansado en señalar las fallas de la 4T que la hicieron abandonar sus filas.
Y parece que, ante esta ausencia, hay quienes ya han escuchado y entendido esta alerta. Ayer, el destape lo protagonizó Beatriz Paredes, la senadora priista se encuentra emocionada por el proyecto que espera construir para ser la pieza inevitable ante la alianza que buscará pelearle a Morena. Lo contó Martha Anaya en su columna en El Heraldo: “He tenido experiencia en momentos delicados de la vida nacional…”, refirió en palabras de la exgobernadora de Tlaxcala. Y en eso, la misma Paredes recuerda, según lo descrito: fue parte del primer episodio de alternancia democrática en el país, la de 2000, eso es garante para un Acción Nacional y hasta para un reducido PRD, ambos saben que urgen por una figura con más cualidades que pesos en la espalda. Y esos son los perfiles que la oposición debe alimentar, si lo que desea es ser competitiva en la configuración de una campaña liderada por un personaje capaz de dar pelea en la defensa de los brazos institucionales del Estado, un asunto que marcará la diferencia con el partido que hoy ya se ocupa en la sucesión.