Royal Enfield lanza en tierra mexicana, antes que en ningún otro país latinoamericano, su nuevo modelo Scram 411, basado en su legendaria y aventurera Himalayan de la que comparte el mismo motor monocilíndrico cuatro tiempos de 411 centímetros cúbicos y 24.5 caballos de fuerza.
Con look juvenil y atrevido, la Scram se urbaniza reduciendo la rodada de sus llantas, suspensión con menor recorrido, manubrio más bajo y un asiento cómodo a menor altura; cuenta con un sistema de navegación Tripper y frenos ABS, volviéndose una moto ideal para la ciudad y propia para más tipos de motociclistas.
La manejé en Ciudad de México, luego tomé la carretera Picacho-Ajusco y finalmente hicimos algo de brecha por el Valle de la Cantimplora.
La moto es muy maniobrable en el tráfico de la ciudad, no se siente el calor de otras Scramblers que tienen un escape muy arriba, tiene buena respuesta a bajas velocidades, está bien de frenos y divertida en un curveo leve.
Me gustó mucho que, siendo una moto civilizada y urbana, tiene facultades fuera del pavimento. En brecha me pareció ligera, dócil y capaz. En mi opinión, aunque para ciudad y brecha no es muy endurera, esta moto supera a otras Scramblers de otras marcas y mayor cilindrada.
A veces menos es más y la elegancia está en la sencillez. Esta moto, con su apariencia retro ya característica de la marca, me hizo recordar las motos de media cilindrada de los setenta y ochenta, que sin duda eran una maravilla.
Su precio es de 109 mil 990 pesos y está disponible ya en México en una buena variedad de colores, que por cierto fueron de muy buen gusto.