Apenas tiene 12 años, le dispararon y vio morir al Bolillo y a Jorge ahí, al lado del altar del puente de la Higuera donde estaban reunidos.
Él sobrevivió porque lo rescató su familia al subirlo a un automóvil para llevarlo directo al hospital.
A partir de ese momento, la noche en la avenida Higuera y Miguel Hidalgo, en los Cedros, fue gritos, llanto, susurros y sirenas de la policía.
Los vecinos intentaron reconstruir con sus recuerdos si vieron algo que pudiera ayudar a la familia de Jorge o de Bolillo.
«Yo estaba muy cerca de aquí y escuché como 15 disparos. Fueron dos tipos en una moto y que se fueron para ese lado», dijo una mujer.
Y esa fue la versión que más se escuchó en la Magdalena Contreras: que habían sido dos hombres en una moto negra con amarillo que llegaron y le dispararon a los tres.
A Cedros llegaron hasta los mandos de la Policía que daban órdenes pero su control no fue suficiente para mantener a raya a los curiosos, que se aglomeraron alrededor de la capilla.
«Saca el celular y le acercas para que veas su cara», dijo una joven a otra. A un metro de distancia se escuchaba el llanto de una mujer, era la madre de Jorge que no pudo dar información de su hijo.
Entonces, su hermano fue quien dijo que el joven tendido de gorro gris era Jorge, que estaba desempleado y que probablemente ingería drogas.
Cuando lo levantaron, después del Bolillo, su mamá tuvo que abrazar a otras dos mujeres porque no pudo con el dolor de verlo así.