Holcim México confía que la construcción en el sector público e industrial mantengan su dinamismo, sin embargo, le preocupa que la inflación se eleve a dos dígitos y merme la confianza en la industria.
«La inflación es el peor impuesto que le podamos poner a todo el mundo.
«Lo que nos preocupa es que se eleve a dos dígitos y que comience a desalentar a inversionistas de la construcción privados», dijo Manuel Sintori, director de Concretos y Agregados de Holcim México, en entrevista.
Indicó que, en el sector público, la firma observa gran dinamismo con obras de infraestructura principalmente en el sureste del País, como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Tulum, entre otros.
Por ello, el año pasado la compañía adquirió una planta de cemento en Mérida por 815 millones de pesos.
Recordó que, de 2019 contra 2020, la industria cementera registró una caída de 20 a 30 por ciento debido a la pandemia, pues se frenó la industria de la construcción en el sector privado. Y lo único que pudo darle un impulso a la industria fueron las inversiones del sector público.
Agregó que 2021 fue un año de recuperación de lo que se tuvo de caída un año previo, por lo que estimó que al cierre del 2022 la industria alcance crecimientos de 6 a 7 por ciento.
No obstante, será hasta 2023 cuando se alcancen los niveles previos a la pandemia.
«Sin embargo la inflación puede ser una preocupación de nubarrones que podemos ver. Muchos de los insumos de la construcción son producidos con energía, la cual ha tenido aumento del 30 al 40 por ciento», expuso.
Recientemente, la empresa hizo el lanzamiento de Dynamax, un nuevo concreto de alto desempeño para construcciones de mediana y alta altura. Holcim espera que entre el 5 y el 6 por ciento de sus ventas totales sean de este producto.