Alexis Massieu
Debido a la descompostura de los elevadores del bloque “B” del Hospital General de Zona número 7, personal, familiares y derechohabientes del IMSS están viviendo un caos al interior, dado que no se puede mover a los pacientes de urgencias a piso, bajarlos a las cirugías o trasladarlos a otras clínicas como las de Monterrey, donde hasta los muertos tendrán que ser movidos mediante las escaleras llegado el caso.
Por segundo día consecutivo la Clínica 7 estuvo paralizada debido a que no funcionan los ascensores, que son la única manera que tienen dentro del nosocomio de moverlos entre un piso y otro, denunciaron de manera anónima los propios trabajadores por temor a represalias.
Lo anterior impide que los pacientes que ya están estables sean reubicados en los pisos de internamiento, saturándose el área de urgencias, y que quienes están programados para cirugía no puedan ser llevados a quirófano y se tenga que reagendar la operación agravándose sus problemas de salud.
De igual forma, quienes están internados en la clínica 7, e iban a ser trasladados a otra clínica en Monterrey o Saltillo se encuentran varados por la falta de elevadores, y perdiendo en su caso las citas que tenían programadas, exámenes dentro y fuera del propio hospital; como los que se contagiaron de Covid-19 que requieren estudios para saber cómo están sus pulmones y estos se practican en la planta baja.
Fue el pasado jueves que dejaron de funcionar los elevadores en el ala “B”, y desde entonces el personal tiene que usar las escaleras para todo, desde subir la comida, hasta bajar los cadáveres en caso de un deceso.
Tal es el problema que inclusive señalaron los denunciantes que existen pacientes que ya podían haberse ido a sus casas, pero no los dan de alta porque no es viable que salgan del nosocomio usando las escaleras.
Los trabajadores no saben hasta cuando se podrá sostener esa situación, pero en tan sólo 48 horas el HGZ-7 del Seguro Social es un caos y no hay fecha para que vuelvan a funcionar.