Javier Hernández, el máximo goleador en la historia de la Selección Mexicana, consintió a sus fans en la tienda de Puma, en Artz Pedregal.
Alrededor de 250 aficionados hicieron una larga fila para recibir el autógrafo del goleador, ya sea en una playera de la Selección Mexicana o en un póster, en una gorra o hasta en un artículo inédito.
«¡Wow! Nunca había firmado en un PlayStation. ¿De qué color quieres que firme? Esto también es nuevo para mí«, expresó, visiblemente emocionado el atacante.
El «Chicharito» es un reconocido gamer, al igual que uno de sus mejores amigos, Miguel Layún.
No faltaron las playeras de las Chivas, equipo que, para fortuna del jugador, es patrocinado por la misma marca.
«¿Estas son para mí?», preguntó Hernández, visiblemente emocionado, por el arreglo floral que le regaló una admiradora.
El futbolista del LA Galaxy, hoy embajador de la marca deportiva Puma, no estuvo solo. A su lado tenía a su padre Javier «Chícharo» Hernández