El Gobierno federal sigue con la tendencia de apostar por mayores subsidios y menor inversión, pese a la crisis generada por la pandemia.
En los primeros seis meses de este año, los subsidios y transferencias sumaron 463 mil 551 millones de pesos, revelan cifras de la Secretaría de Hacienda.
En contraste, la inversión física -toda aquella enfocada a construir, conservar o adquirir bienes de capital para la obra públicatanto directa como indirecta- sumó 381 mil 675 millones de pesos, 81 mil 876 millones de pesos menos que los subsidios.
Con estas cifras, este 2022 es el séptimo año consecutivo en el que para un mismo periodo, el Gobierno federal prefiere apostar mayores recursos en subsidios que en infraestructura.
Entre los subsidios hay transferencias a esquemas de pensiones del IMSS, aportaciones a la CFE, pensiones de adultos mayores, entre otros.
En la primera mitad de este año, el Gobierno federal transfirió a la CFE, 46 mil 986 millones de pesos para cubrir el déficit en tarifas.
Estos subsidios y transferencias se han mantenido en el actual Gobierno federal porque tienen un «gran rendimiento electoral», señaló Enrique Díaz Infante, director de estudios del sector financiero y seguridad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
«Este gobierno tiene como eje rector las elecciones, entonces, no creo que se revierta esta tendencia», dijo.
En tanto, la inversión física se mantiene por debajo del nivel recomendable, lo cual provoca menor creación de empleos nuevos y mayor desigualdad, entre otros, que provocan un menor crecimiento económico, explicó.
Este es el efecto que tiene la inversión física del Gobierno
José Luis Clavellina, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), consideró que el problema no es tanto que haya una disparidad entre los recursos a subsidios y a inversión física porque se desconoce el impacto de los programas sociales y subvenciones.
Sin embargo, coincidió en que la inversión física tiene un efecto positivo porque crea infraestructura, como carreteras, puertos, hospitales, que hace a una economía más competitiva y productiva que permite cerrar brechas de pobreza.
¿Qué porcentaje del PIB es la inversión física del Gobierno?
En su análisis «La inversión pública y su aporte al crecimiento», el CIEP señala que la inversión pública se ha reducido paulatinamente, al pasar de 6 a 2.54 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2009 y 2021.
El año pasado, de los 4.8 puntos porcentuales que creció la economía, la inversión pública aportó apenas 0.14 puntos cuando su potencial es mucho mayor y un ejemplo es que en 2018, cuando representó 5.7 por ciento, aportó un punto, advirtió.
Si bien no hay una regla al respecto, especialistas recomiendan que la inversión física represente 5 por ciento del PIB, proporción bastante lejana en México, señaló Clavellina.
Cómo obtener mayores ingresos públicos
Sin embargo, el espacio fiscal con el que cuenta el País es muy reducido, por lo que sería necesario llevar a cabo una reforma laboral que permita obtener mayores ingresos, aunque no se ve probable que esto ocurra, aseveró el director del CIEP.
Díaz Infante sostuvo que esto no sucederá en lo que resta de la actual Administración federal, debido al alto costo político que implica.
El especialista consideró que es un riesgo que no enfrentará el Gobierno de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha advertido de manera reiterada que el bajo crecimiento económico de América Latina es producto de las restricciones fiscales que enfrenta para aumentar la inversión pública.
Asimismo, la institución ha advertido que en épocas de crisis los gobiernos de la región tienden a recortar la inversión pública y no la compensan cuando se restablece el crecimiento.