Un hombre joven, de rasgos indígenas, quien se presenta como José Noriel Portillo Gil «El Chueco», apareció en un video casero difundido este miércoles en redes sociales, en el cual asegura que él no es el asesino de los sacerdotes jesuitas, ni del guía de turistas en la iglesia de Cerocahui en el municipio de Urique, Chihuahua.
El video se difundió a través de las redes sociales de manera anónima y muestra a un joven, de aproximadamente 30 años de edad, con el rostro cubierto con un pasamontañas de color blanco y una gorra beisbolera negra, que deja ver solamente sus ojos de rasgos indígenas, rarámuri.
Viste una camisa blanca y de fondo cuelga una sábana del mismo color, sobre una pared de adobes; está pulcro, limpio, ropa nueva, que no representa para nada ser una persona fugitiva.
No parece un criminal, más bien un habitante “sierreño” normal, con un lenguaje de la región, entre Sinaloa y Chihuahua.
El contenido del video se corta a los 6 minutos y medio, cuando al parecer abordaría las causas del homicidio, donde deja entrever la complicidad de un sacerdote de la iglesia jesuita con el asesino, un joven de la localidad, conocido de «El Chueco».
De entrada, se presenta como inocente del triple homicidio y asegura que fue un simple observador, no protagonista y que incluso auxilió a los sacerdotes y al guía de turistas, por los cuales no pudo hacer nada pues estaban muertos.
Sin embargo, lo fuerte de su declaración es que señala a otro sacerdote jesuita, quien dentro de la iglesia, luego del triple crimen, se ríe y abraza al homicida, incluso platica con él, el asesino, sentados tranquilamente en una banca del templo.