Las salamandras pletodóntidas sustituyen la falta de pulmones por un proceso de respiración a través de su piel y sus tejidos bucales.
Muy Interesante
Pensar en vivir sin pulmones parece una locura. Son los órganos que se encargan de que el cuerpo tenga el oxígeno que necesita para vivir. Sin embargo, hay algunas especies vivas que parece que pueden prescindir de ellos; un ejemplo de ello son las salamandras pletodóntidas.
Estos animales comienzan su desarrollo con pulmones en su organismo, pero con el paso del tiempo los van perdiendo. Ello se compensa por medio de la respiración a través de su piel y sus tejidos bucales.
Estas salamandras llevan haciendo dicho proceso unos 25 millones de años. Para conseguirlo, deben recubrirse de una sustancia viscosa porque sólo pueden absorber oxígeno a través de su piel si ésta permanece húmeda.
Los expertos dicen que los pletodóntidos sin pulmones son el mayor grupo de salamandras: casi 478 especies que habitan principalmente en América, y unas pocas en Europa y Corea del Sur.
Para descubrir cómo es que estas salamandras pierden los pulmones en alguna parte de su vida, Zachary Lewis, biólogo evolutivo de la Universidad de Harvard, y un grupo de colegas examinaron de cerca a algunos ejemplares de salamandras pletodóntidas.
Los expertos observaron que, en efecto, en la etapa embrionaria, la salamandra pletodóntida posee pulmones, mismos que se ramifican en las tres primeras semanas de vida.
Antes de que las crías de salamandra salgan del cascarón, las primeras células pulmonares están programadas para sufrir apoptosis, es decir, una forma de muerte celular.
¿Y por qué se detiene el crecimiento pulmonar?
Lewis y el resto del equipo de investigadores sospechan que esto ocurre porque las células no reciben las señales reguladoras necesarias para mantener su desarrollo, que en otros vertebrados procede de los tejidos que rodean los pulmones en desarrollo, llamados mesénquima.
Los investigadores colocaron mesénquima de una salamandra con pulmones en un embrión de salamandra sin estos órganos y dejaron que se desarrollara. El resultado fue que se formaron estructuras que se asemejan a los pulmones, lo que ofrecería pruebas de que las salamandras sin pulmones son capaces de seguir desarrollándolos.
“Está claro que las salamandras sin pulmones se desenvuelven bien sin ellos, ya que constituyen dos tercios de todas las especies de salamandras”, dice Lewis. “Tal vez la pérdida de pulmones permitió, en lugar de obstaculizar, este notable éxito evolutivo”.
Para los expertos es complicada la tarea de saber el momento en que estas salamandras dejaron de desarrollar sus pulmones, ya que no existen registros fósiles de esta especie. Sin embargo, los cálculos oscilan entre 25 y 110 millones de años atrás.
Puedes leer el estudio completo en este enlace de la Universidad de Harvard.