Por ALBERTO BOARDMAN
La prueba del cielo
“Si deseas ser un auténtico buscador de la verdad, es necesario que, al menos una vez en la vida, pongas en duda, todas las cosas”. René Descartes.
Hay libros que logran hacernos reflexionar. Sobre todo, cuando más allá de la simple exposición de ideas, la propuesta proviene de un especialista científica y académicamente acreditado. Así lo experimenté con la lectura de “La prueba del cielo, el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte”, del Dr. Eben Alexander, médico y académico en la Escuela de Medicina de Harvard, publicado para México este 2022 por editorial Aquari.
Había escuchado sobre el libro, incluso, recomendado por otro prestigiado neurocirujano y buen amigo, sin embargo, no había tenido oportunidad de leerlo hasta ahora, y debo decir que después de dos horas de ininterrumpida lectura me llevé una grata sorpresa.
Una mañana de 2008 el Dr. Alexander se despertó con un insoportable dolor de cabeza y espalda. Ya hospitalizado entró en estado de coma ante el ataque de una fuerte bacteria que amenazó su cerebro y le dejó apenas un 3% de posibilidades de sobrevivir. Durante 7 días, su conciencia vivió una experiencia cercana a la muerte (ECM), misma que explica en el libro. Un dato interesante, es que Alexander como neurocirujano, siempre desestimó este tipo de experiencias contadas por sus propios pacientes apegándose a la ciencia conocida, pero luego de su vivencia, en sus propias palabras, entendió que: “…no hay nada en los fundamentos físicos del mundo material, quarks, electrones, fotones, átomos y más concretamente en la intrincada estructura del cerebro, que nos aporte la menor pista sobre el funcionamiento de la conciencia… es mi deber como científico y por tanto buscador de la verdad, y también como médico consagrado a ayudar a mis semejantes, transmitirle a toda la gente que pueda que lo que experimenté es cierto, fue real y es de una enorme importancia. No únicamente para mí, sino para todos nosotros”.
Porque como bien señala Kierkegaard: “Hay dos maneras de dejarse engañar, una es creer lo que no es cierto; la otra negarse a creer lo que es verdad”.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.