Una pregunta caló hondo en Jorge Volpi durante un encuentro que el autor sostuvo este jueves con sus lectores.
“Sobre la prisión preventiva oficiosa, ¿qué nos espera? ¿Podemos pisar la cárcel?”, le cuestionó un lector, inquieto ante la vulnerabilidad de la ciudadanía en el actual sistema de justicia, que ha mantenido en prisión durante 17 años a Israel Vallarta, detenido en 2005 junto a Florence Cassez, supuestos líderes de la banda de secuestradores Los Zodiaco, sin que aún se demuestre su culpabilidad.
A este caso dedicó Volpi Una novela criminal, Premio Alfaguara 2018, y a partir de la cual anoche se estrenó el primer capítulo de la docuserie El caso Cassez-Vallarta: Una novela criminal, en Netflix.
“Es gravísima la prisión preventiva oficiosa”, señaló el escritor, “un acto de autoritarismo extremo, y es quizás uno de los actos que más distancian (al Presidente Andrés Manuel) López Obrador de cualquier pensamiento de izquierda.
“Nadie que se crea verdaderamente de izquierda puede defender la prisión preventiva oficiosa, que es una violación clara al principio de presunción de inocencia y a los derechos humanos”, añadió en las instalaciones de este diario, donde presentó Partes de guerra, publicada también por Alfaguara.
Con este libro, como en Una novela criminal y antes en Las elegidas, Volpi aborda una violencia que se ha vuelto inconmensurable, desatada durante el Gobierno de Felipe Calderón al lanzar la guerra contra el narcotráfico.
Comenzó entonces la “época de plomo”, dijo, y el posterior presidente, Enrique Peña Nieto, mantuvo la misma estrategia. ‘Una estrategia de ocultamiento'”, calificó Volpi.
“Y ahora nos pasa otra vez lo mismo: Vemos hechos de violencia inauditos en nuestro País, y el Gobierno de López Obrador lo que hace es decir que no fue tan grave, que son sus enemigos, los conservadores, los medios, los que multiplican las cifras sólo para lastimar a su Gobierno, pero en realidad si ustedes ven, el arco es terrible: no ha cambiado nada”.
Ninguno de los presidentes de la época democrática –Vicente Fox, Calderón, Peña y López Obrador- ha cambiado el sistema de justicia, heredado de la época priista, puntualizó Volpi. Incluso Calderón extendió la prisión preventiva oficiosa.
“Si lo ven en una cierta óptica”, dijo, “el sistema de justicia funciona perfecto. Funciona para lo que fue diseñado: garantizar la impunidad de los poderosos.
“Lo inaudito, para quienes nos sentimos de izquierda, es imaginar cómo era posible que cuando finalmente llega al poder el archi-enemigo de Calderón, este Presidente que supuestamente representaba lo contrario, exacerba la militarización del País, y ahora -óiganlo estos días-, defendiendo la prisión preventiva oficiosa”.
Este gobierno cometió “una traición profunda a lo que ellos mismos habían prometido”.
Contradicciones del sistema
Volpi recordó que, con el actual sistema, los acusados de algún delito defendidos por abogados de oficio tienen una posibilidad menor al 0.1 por ciento de ser declarados inocentes, mientras aquellos que contratan abogados o despachos tienen un 90 por ciento.
Y perfiló entonces la colegiación obligatoria de abogados, que garantiza mayor eficacia de estos profesionistas.
Y expuso otra contradicción: México se ha presentado en la frontera norte como víctima de Estados Unidos, pero se ha convertido en verdugo de la frontera sur, sobre todo desde el Gobierno de López Obrador y desde que Donald Trump era el Mandatario estadounidense.
Una frontera que es precisamente escenario de la novela Partes de guerra: Frontera Corozal, en Chiapas, donde sucede un brutal asesinato de una joven de 14 años, cometido por niños, mientras sucede una trama espejo donde un grupo de neurocientíficos pretende desentrañar el origen de la violencia.
“Los únicos que podemos cambiar somos cada uno de nosotros”, resolvió el escritor.