Para Marcelo Torres Cofiño el Cuarto Informe de López Obrador sí refleja la realidad que vive México: «¿y qué nos dice esa realidad? Pues que ocupa la Presidencia un mitómano consumado al que no le importa tergiversar los datos oficiales que genera su propio gobierno, los cuales reflejan un grave retroceso en casi todos los renglones del quehacer público. Pero ya ni sus más fieles seguidores le creen. Simplemente aceptan sus mentiras como parte de su esencia»
El panista dijo, además, que todo lo que ha sucedido en torno al Informe demuestra con contundencia que para AMLO lo único valioso es su popularidad: «presenciamos un grotesco espectáculo de la auto alabanza y la fascinación de sí mismo. No debería llamarse Andrés Manuel sino Narciso. La imagen equivocada que tiene de la realidad comienza consigo mismo. Tiene delirios de grandeza. Y lo cierto es que pasará a la historia de una manera muy triste por los resultados desastrosos de su gestión».
Torres Cofiño añadió que, sin embargo, es importante escapar de la trampa que nos arrastra a la totalidad de las y los habitantes del país a suponer que el único que importa es López Obrador: «hoy tendrían que estar en el centro de nuestras conversaciones los familiares de las decenas de miles de personas asesinadas o desaparecidas durante el sexenio, las madres y los padres de los niños que han muerto de cáncer por la falta de medicamentos, o los cientos de miles que perdieron la vida durante la pandemia por culpa del pésimo manejo de la salud, o las cientos de miles de mujeres víctimas de violencia, o los millones de personas que se han sumado a la pobreza. Ellas y ellos tendrían que ser lo importante. No el falso mesías de Palacio.»
El ex diputado señaló que, sin embargo, tiene esperanza en un México mejor: «hay que mantener la esperanza. No hay mal que dure 100 años y a este le quedan dos. El verdadero cambio se viene gestando y estoy convencido de que ahora que revisitamos el pasado, estaremos en mejores condiciones de valorar lo que se había construido con grandes sacrificios. No digo que estuviéramos en el paraíso. No. Todos conocemos los problemas que se venían arrastrando. Pero, ya sabemos que siempre se puede estar peor, cuando llega al poder alguien que sólo se ama a sí mismo.»