CIUDAD DE MÉXICO.-Las maestras Susana Rodríguez y Jhoana Abigail Ligues faltaron a los primeros días de clases. La primera sólo fue a trabajar un día, la segunda dos. Ambas murieron por los severos golpes que recibieron.
Los principales sospechosos son sus esposos que ya están detenidos.
Susana tenía 30 años, Jhoana Abigail, 24. Las dos se habían casado hace unos meses.
A Susana sus alumnos apenas la conocieron, fue asesinada el primer día de clases. El pasado lunes murió en el hospital a causa de múltiples contusiones.
Vivía en San Agustín de las Juntas, en Oaxaca, y de acuerdo con el parte policial, tenía cerca de tres meses de casada.
Había denunciado a su pareja Jhovany «G» por golpearla y el sujeto fue detenido por violencia familiar, pero él le pidió perdón ante el Ministerio Público y ella se lo otorgó.
No obstante, se dictaron medidas cautelares: los oficiales debían acudir todas las mañanas para preguntarle si todo marchaba en orden. Ella firmó cerca de un mes el reporte.
El 29 de agosto, tras tomarse unas cervezas, Jhovany «G» la golpeó. Al verla ensangrentada llamó a los cuerpos de emergencia, quienes todavía la hallaron con signos vitales, pero más tarde falleció.
Tras el feminicidio, la Policía Municipal detuvo en flagrancia al presunto responsable y lo entregó a la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Contra la Mujer por Razón de Género para resolver su situación jurídica.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó que ya fue presentado ante el juez, quien le dictó prisión preventiva de manera provisional. El presunto agresor se acogió al término constitucional para presentar argumentos para su defensa, plazo que vence el 5 de septiembre.
Familiares, amigos, feministas y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación exigen que no haya impunidad.
En el norte del país la historia se repitió. El 31 de agosto, en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, la maestra Jhoana Abigail Ligues fue hallada en su casa sin vida, con múltiples golpes, principalmente en el rostro.
Agentes ministeriales señalaron a Jesús Antonio, esposo de la profesora, como principal sospechoso. Ayer la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León confirmó su detención «por delito flagrante».
Vecinos indicaron que el presunto feminicida había salido de rehabilitación pues era adicto a las drogas.
Johana presumía en sus redes sociales que estaba enamorada de su marido.
Un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, posteó su anhelo: «Nos veremos libres y sin miedo».