Alexis Massieu
Aun año de ocurridos los hechos, el caso de Nazario Peña Zamora, quien fue golpeado presuntamente por oficiales de policía que además de causarle daños en su domicilio cometieron actos de tortura, sigue sin resolverse y su familia sigue buscando justicia.
Fue mediante su abogada Rosario Rocha Contreras, que la familia del “Nazi” como lo conocían sus amistades, dio a conocer que el pasado 28 de agosto se cumplió un año de que diversos ciudadanos fueron víctimas de agresión a manos de presuntos policías, entre ellos Nazario, quien tiempo después perdió la vida por complicaciones de su salud que no descartan puedan estar ligadas a las lesiones que le provocaron.
A la fecha señaló la abogada no hay avances en las investigaciones pese a que existen muchas evidencias, videograbaciones, declaraciones, actuaciones actuariales de un juzgado federal y dictámenes médicos entre otras.
Nazario indicó resultó gravemente lesionado y esas circunstancias lo pusieron en peligro de muerte, heridas tales como varias contusiones en la cabeza, la fractura de tres costillas y la rodilla izquierda. Sobrevivió a los golpes, pero debido falleció en el mes de diciembre por complicaciones de Covid-19.
La abogada refiere que existe una infinidad de evidencias que acreditan el hecho, sin embargo; las autoridades encargadas de la investigación no han llevado el caso ante un juez penal, pese y a que mediante el protocolo de Estambul se acreditó que la persona fue víctima de tortura, una prueba practicada en el mes de noviembre por parte de especialistas.
Los hijos de Nazario, explicó; decidieron dar continuidad al caso en busca de justicia, sobre todo ante una práctica como la tortura, que está prohibida no sólo en México sino a nivel internacional, la cual es implementada principalmente por autoridades para la obtención de información o a manera de castigo, y se dio durante el arresto y el tiempo en que lo tuvieron detenido.
De acuerdo a las declaraciones de la víctima en su denuncia penal y la queja ante los Derechos Humanos, los policías entraron a su domicilio y comenzaron a golpearlo, poniéndolo en riesgo de muerte al grado de que estuvo inconsciente varios días en los que estuvo hospitalizado.
“Tenía agua en los pulmones, quedaron muy dañados y al ser presa del Covid-19 no pudo resistir”.