La Alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, declaró este jueves una emergencia pública por los autobuses de migrantes enviados por los Gobernadores republicanos desde los estados fronterizos de Texas y Arizona, en el área que separa a Estados Unidos y México.
Bowser, una demócrata, emitió una orden que le permitirá crear una nueva Oficina de Asuntos Migratorios para recibir a quienes llegan y dedicar 10 millones de dólares para abrir la instalación y apoyar a las organizaciones que ayudan a los migrantes.
El Gobernador de Texas, Greg Abbott, ha enviado a más de 7 mil 600 inmigrantes a Washington D.C. desde abril, en un esfuerzo por hacer que los demócratas, incluido el Presidente Joe Biden, asuman responsabilidad por quienes cruzan la frontera.
A mediados de agosto, Arizona había enviado alrededor de 1 mil 500 migrantes. Texas también ha enviado inmigrantes a la ciudad de Nueva York y Chicago.
Alrededor del 85 al 90 por ciento de los migrantes que llegan a Washington en los autobuses continúan hacia otros destinos de Estados Unidos en cuestión de horas o días, según voluntarios.
Bowser dijo que la ciudad se está preparando para que aumenten los cruces fronterizos en el otoño boreal, cuando se espera que Texas y Arizona envíen cientos de autobuses adicionales a Washington.
“La crisis en la frontera no está disminuyendo, está empeorando”, sostuvo.
Cerca de 100 familias de migrantes se encuentran actualmente alojadas en dos hoteles en Washington a través del sistema de albergues de la ciudad.
