Tras las condolencias al pueblo británico por el fallecimiento de la Reina Isabel II, el Pleno del Senado abrió el análisis de la reforma con la que la Defensa Nacional asumiría el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional.
En votación nominal, el Pleno rechazó la moción suspensiva que había formulado el coordinador del PAN, Julen Rementería, para dar espacio a la fórmula de parlamento abierto.
«Detengamos este atropello, detengamos la militarización del País. Esto es un error, no creamos en falacias», argumentó el senador jarocho.
Por el Grupo Plural, Emilio Álvarez Icaza advirtió que se si se consuma la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena, esta dependencia será la segunda con mayor presupuesto en la administración pública.
En el recinto parlamentario hay una gran expectación por conocer el sentido del voto que depositará el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, que ha adelantado que sufragará a conciencia.
El zacatecano ha alegado que cualquier estudiante de primero de Derecho sabe que para que la Guardia Nacional pase al control de la Defensa Nacional es necesario reformar la Constitución.
La reforma impulsada desde Palacio Nacional implica leyes secundarias que, sin embargo, vulnerarían la Carta Magna.