MÚZQUIZ, COAHUILA. – A una semana de las inundaciones en esta cabecera municipal y el Mineral de Palaú, los sacerdotes de estas comunidades, el padre Hermenegildo, el padre Luis de Santa Rosa, Manuel de la parroquia El Socorro y Armando Guerrero de iglesia Guadalupe, así como Jerry, siguen trabajando como el primer día en apoyo a los damnificados.
En rueda de prensa que ofrecieron los sacerdotes de Múzquiz indicaron que, por indicaciones del Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño, han estado trabajando en la contingencia desde la madrugada del jueves 1 de septiembre, haciendo recorrido por todas las colonias afectadas y no afectadas para ver la necesidad real que se estaba presentando.
“La Iglesia se hizo presente, nuestro señor Obispo nos instruyó desde esa madrugada para ver los acontecimientos e hicimos extensiva que nuestros templos estuvieran abiertos para cualquier situación de emergencia y usarlos como albergue, pero nuestra gente, se sentía poquito incómoda en querer dejar sus hogares”.
“Hemos estado trabajando en conjunto, nuestras parroquias, nuestras comunidades, haciendo brigadas de limpieza, ayuda humanitaria como la alimentación en cada sector damnificado desde un principio”.
El Padre Luis Alberto Murillo habló sobre lo que han estado haciendo los grupos juveniles, y dijo: “nuestra primera tarea fue ver las áreas afectadas fuertemente, nos pusimos de acuerdo para ver cómo podíamos ayudar a estas personas lo mejor que se pueda y en coordinación parroquias y gobierno iniciamos la campaña de limpieza en los hogares de cada una de las colonias afectadas por la inundación”.
Empezaron a repartir comida, cena, ropa, algunas despensas y la idea es que continúen los apoyos de todas las parroquias de la Diócesis de Piedras Negras; asimismo siguen trabajando en conjunto con la pastoral juvenil para ayudar a limpiar las casas y realizan también un censo para organizarse mejor y llevar apoyo donde haga falta sin desperdiciar nada.
Aclararon que ninguna parroquia fue afectada, pero laicos pertenecientes a los templos sí resultaron afectados fuertemente.
“Hoy Múzquiz huele a amor, a caridad, a fraternidad, se han sumado a atender familias en situación difícil por estas lluvias, gente de todas las religiones, familias completas se ven en nuestra ciudad por todos lados, niños, jóvenes, dando comida, llevando enseres de limpieza, ropa, limpiando casas, y eso nos alienta a seguir trabajando por nuestros hermanos más desprotegidos, que ahorita en sus casas perdieron todo, incluyendo muchos de estos hasta sus viviendas”.