El bicampeonato de Max Verstappen está más cerca de lo que parece.
Ya sea en Singapur, Japón o Estados Unidos, el piloto de Red Bull tiene asegurado el título del 2022 gracias a su efectividad en la pista con un monoplaza que cumple con todas las exigencias y que le ha permitido ganar casi el 70 por ciento de las carreras de 2022.
Con la victoria en el GP de Italia detrás de un Safety Car, «Súper Max» llegó a 335 puntos y mantiene una ventaja de 116 puntos sobre Charles Leclerc, su más cercano rival y quien quedó en segundo lugar, delante de George Russell, de Mercedes, quien fue tercero en Monza.
A falta de seis carreras, parece una misión casi imposible para el conductor de Ferrari alcanzar y superar al líder, quien mantiene una racha ganadora de cinco primeros lugares de manera consecutiva (Francia, Hungría, Bélgica, Países Bajos e Italia).
Con un triunfo, más el punto de la vuelta rápida, y un poco de mala suerte que mande a Leclerc al noveno o peor en el Gran Premio de Singapur del próximo 2 de octubre, Max tendría 361 tantos por 221 de Charles, es decir, la desventaja sería de 140.
Así que, aún cruzando primero la bandera a cuadros en Japón, Estados Unidos, México, Brasil -con los 8 puntos máximos de la sprint- y Abu Dhabi, y las respectivas vueltas rápidas, quedarían 138 tantos disponibles, por lo que no sería suficiente para el conductor del Cavallino Rampante.
Si Leclerc gana o queda en el segundo o tercero en Marina Bay, la coronación del neerlandés se retrasaría. De hecho, el mexicano Sergio Pérez, coequipero de Verstappen y quien finalizó sexto en Monza, también jugaría un papel importante, siempre y cuando se mantenga en la pelea.
Con dos primeros lugares en Singapur y Japón, Max ya no tendría que preocuparse por lo que haga el de Mónaco.
De hecho, si Charles llegará a terminar segundo en las próximas dos carreras, registraría 255 puntos por los 385 del neerlandés, lo que se traduce a 130 tantos de distancia que ya no puede recuperar aún ganando en Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi contemplando las otras bonificaciones por vueltas rápidas y sprint.
La escudería italiana debe apretar las tuercas y salir de la ciudad nipona con menos de 112 unidades de desventaja para arribar al Circuito de las Américas, en Austin, con una última oportunidad.