Un comerciante fue arrestado este miércoles debido a sus vínculos con otros tres sospechosos del fallido atentado del 1 de setiembre contra la Vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, de 69 años, informaron fuentes judiciales a la prensa.
La Policía detuvo a Nicolás Gabriel Carrizo, quien había aparecido en una entrevista por televisión junto con Brenda Uliarte, de 23 años, otra detenida, a quien los investigadores señalan como instigadora del intento de magnicidio cometido aquella noche.
Los medios coincidieron en publicar un mensaje por móvil de Uliarte a Agustina Díaz, de 21 años, también detenida, en la que dice textualmente: «Mandé a matar a Cristina».
Las fuentes no precisaron la edad de Carrizo, comerciante de algodones de azúcar, pero se halló en su móvil que estaba enterado del ataque y de los movimientos del grupo.
La ex Presidenta en dos periodos (2007-2011 y 2011-2015) recibía aquella noche el apoyo de centenares de partidarios en la puerta del edificio donde reside en el barrio Recoleta de Buenos Aires.
El principal detenido es la pareja de Uliarte, el chofer de vehículos públicos Fernando Sabag Montiel, de 35 años, quien apuntó y jaló el gatillo de una pistola calibre 32 a escasa distancia de la cabeza de Fernández de Kirchner, pero la bala no se disparó.
La pistola estaba cargada con cinco balas, pero se comprobó que Sabag Montiel no cortó cartucho para colocar la bala en la recámara. Fue reducido por militantes que rodeaban a la Vicepresidenta hasta que llegó la Policía y lo detuvo.
Las movilizaciones hacia la casa de Fernández deKirchner se sucedían día y noche después de que fue acusada por un fiscal de ser jefa de una asociación ilícita de corrupción, imputación que el oficialista Frente de Todos considera una persecución política.
La justicia comprobó que los detenidos mantenían vínculos. Sabag Montiel lleva tatuajes neonazis y Uliarte participó en manifestaciones antiperonistas y antigobierno con guillotinas, antorchas y bolsas mortuorias.