Después de un año con cinco meses y tres días, el ex senador Jorge Luis Lavalle Maury finalmente quedó en libertad provisional y lo primero que dijo al abandonar el Reclusorio Norte es que su propósito será demostrar su inocencia.
El panista salió del centro penitenciario a las 23:15 horas de este viernes y a partir de ahora enfrentará en libertad provisional con un brazalete electrónico su proceso en el que le imputan recibir sobornos de Emilio Lozoya para aprobar la reforma energética de 2013.
«Lo único que les puedo decir es que voy a atender mi salud, tengo varios síntomas y padecimientos que me es urgente atenderme, que se me han complicado a lo largo de este tiempo. Lógicamente ahorita mi prioridad es atender mi salud, atender a mi familia, que lógicamente en todo este tiempo ha sido una etapa muy complicada para mi familia», dijo Lavalle, al salir de la aduana del reclusorio.
«Y por último, este proceso sigue, yo mantengo lo que dije el día que inició todo ésto, mantengo mi confianza en las autoridades y pretendo demostrar mi inocencia. Los dejo porque no me siento muy bien».
Otras restricciones que le impusieron como condición para su libertad fueron la entrega de su pasaporte, la prohibición de salir del País y presentarse cada 30 días en la Unidad de Medidas Cautelares.
El pasado miércoles por la tarde el juez de control Marco Antonio Fuerte Tapia concedió al ex legislador sustituirle la prisión preventiva justificada por las diversas medidas cautelares antes anotadas, para permitirle llevar su proceso fuera de prisión.
En la audiencia judicial, el juzgador decidió concederle el beneficio, tomando en cuenta los dictámenes médicos del sistema penitenciario, en los cuales quedó patente el deteriorado estado de salud del ex legislador, principalmente por problemas gastrointestinales y del colon.
La salida de Lavalle apenas se concretó la noche de ayer, debido al retraso de los trámites para la contratación y pruebas técnicas del dispositivo electrónico colocado al imputado.
De hecho, fuentes allegadas al caso indicaron que en fechas recientes las dolencias de Lavalle le impidieron estar presente en una audiencia judicial.
El ex legislador fue encarcelado el 13 de abril del 2021, tras ser vinculado a proceso por los delitos de asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho.
En dicha ocasión, el juez Fuerte Tapia le impuso la prisión preventiva justificada, argumentando que existía un riesgo de que pudiera darse a la fuga, dado que supuestamente no contaba con un domicilio fijo, no era conocido por sus vecinos, contaba con los recursos suficientes y tenía registros de viajes al extranjero.
La FGR imputa a Lavalle recibir de Emilio Lozoya sobornos por 97 millones 190 mil pesos y lavar 52 millones 390 mil pesos, dinero que el ex director de Pemex a su vez dice haber recibido de Odebrecht y haber pagado a los senadores de oposición para que aprobaran la reforma energética de diciembre de 2013.
El origen de la imputación es la denuncia que presentó Lozoya el 11 de agosto de 2020, en la que detalla los supuestos sobornos que repartió a políticos y funcionarios por la reforma energética y el contrato de la planta de Etileno XXI a Braskem, una filial de Odebrecht.
Lavalle era el único de los denunciados por Lozoya que estaba preso. Si bien la FGR obtuvo una orden de aprehensión contra Carlos Treviño, ex director de Pemex, o pidió los citatorios para audiencias de imputación contra Ricardo Anaya, ninguno de ellos está a disposición de un juez.
Su acusador, Emilio Lozoya, continúa preso en el Reclusorio Norte, por los procesos que le iniciaron por los casos Odebrecht y Agronitrogenados.