Por fin llega la tercera pelea. Aterrizará esta noche en el ring, cuatro años después de aquella cerrada victoria dada en las tarjetas a favor de Saúl «Canelo» Álvarez.
El tapatío y el kazajo Gennady Golovkin se topan por tercera vez, en la T-Mobile Arena, en un combate que es clave para ambos púgiles.
«GGG», de 40 años, podría incluso anunciar su retiro si pierde de manera dramática y contundente, mientras que «Canelo» no puede darse el lujo de volver a perder, pues rompió una larga racha sin conocer la derrota al caer en mayo pasado ante Dmitry Bivol en peso Semicompleto.
Este pleito será en Supermediano, una división dominada por el tapatío en los últimos dos años, mientras que «GGG», campeón Mediano de dos organismos del orbe, subirá a una categoría donde se verá qué tanto aguanta.
No es un secreto que «Canelo» sabe que está en juego su futuro y muchos millones de dólares.
Para darse una idea de lo concentrado que está, normalmente el pelirrojo hace una comida-cena con su gente un día antes del combate, y en esta ocasión decidió no hacer nada.
«Está concentrado, mentalizado, sabe lo que se está jugando«, dijo alguien cercano al tapatío, quien expondrá los cetros Supermedianos del Consejo Mundial de Boxeo, Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo.
Además, es una pelea donde el odio es real. A Saúl le cae mal «GGG» por todo lo que se habló en el pasado, y el kazajo quiere desquitarse del empate y la derrota que le propinó Álvarez, y sabe que puede cambiar el rumbo de la carrera del tapatío.
«El sábado verán quién es el verdadero campeón«, dijo el kazajo.
Saúl, de 32 años, quiere que Gennady pague los platos rotos tras verse derrotado por Bivol, y adelantó que saldrá desde el primer round a buscar el nocaut, pero Golovkin no es un «flan», y bien puede sorprender al mexicano en los primeros asaltos.
«A final de cuentas enfrentaré a un gran peleador y quiero terminar la pelea antes de los 12 asaltos, y desde el primero buscaré hacerlo», apuntó Saúl, quien se llevará 45 millones de dólares por pelear esta noche y sabe que, para mantener ese tipo de contratos, deberá convencer en el ring.