Los sacrificios humanos tenían el objetivo de dedicar vidas humanas a entidades superiores para que el orden en el universo se mantuviera.
Muy Interesante
Muchas civilizaciones de la antigüedad realizaron sacrificios humanos para mantener a los dioses en paz y obtener sus favores. En algunos grupos humanos, incluso ser sacrificado podía ser motivo de honor. También los animales corrían la misma suerte, sin embargo, éstos servían para rituales menores. La muerte de seres humanos estaba reservada para ceremonias más importantes. Conoce a las culturas ancestrales que practicaban sacrificios humanos.
Los sacrificios humanos por lo general tenían el objetivo de dedicar vidas humanas a entidades superiores para que el orden en el universo se mantuviera. Fue una de las primeras formas de culto registradas en la historia.
Etruscos
Aunque diversas fuentes históricas ponían en duda la posibilidad de que los etruscos cometieran sacrificios humanos, evidencias arqueológicas demuestran lo contrario. Recientemente se han encontrado yacimientos de restos humanos con señales claras de sacrificios.
Estos hallazgos revelaron los cuerpos de adultos, pero también de menores de edad y bebés, rodeados de elementos sagrados y religiosos. El cuerpo de uno de los niños estaba decapitado, lo cual llevó a los expertos a determinar que es muy probable que fuera sacrificado.
Aztecas
La cultura mexica o azteca fue una de las que hizo de los sacrificios humanos una tendencia importante en sus creencias. La razón principal de estos sacrificios era la creencia de que el sol moriría si no ofrecían la cantidad suficiente de vidas y sangre a los dioses.
Se creía que el dios Huitzilopochtli, representación del sol, necesitaba parte de esa fuerza vital arrancada de los seres humanos para permitirles vivir en la Tierra. Algunos individuos incluso se ofrecían como voluntarios para esos sacrificios. También sacrificaban a los prisioneros de guerra.
La mayoría de los sacrificios se llevaban a cabo en las pirámides o en piedras de sacrificios, donde un sacerdote abría la parte media del cuerpo para exponer la sangre ante los dioses.

Incas
Los incas hicieron de los sacrificios humanos una constante, sobre todo para calmar la ira de los dioses que se reflejaba en desastres naturales como terremotos. Las víctimas de estos sacrificios eran prisioneros de guerra, pero también se usaron niños, pues se tenía la creencia de que su inocencia y pureza agradarían a los dioses.
Antes de su sacrificio final, se les ofrecía un gigantesco festín y una reunión con el emperador antes de la ejecución, según reporta Ancient Origins.
Celtas
Fuentes históricas afirman que los celtas también hicieron sacrificios humanos. Los druidas, sacerdotes y sabios celtas, golpeaban a sus víctimas en la nuca con una espada para quitarles la vida. Después de ello quemaban el cuerpo.
Los celtas practicaban uno de los sacrificios humanos más impactantes de la historia. Consistía en introducir a un grupo de personas vivas dentro de una figura hecha de mimbre para después prenderle fuego.
El emperador romano Julio César hizo un registro escrito de los celtas y sus prácticas. Él fue quien sugirió la práctica ritual del hombre de mimbre.
Otros escritores romanos como Plinio el Viejo escribieron acerca del aprecio de los druidas por los sacrificios humanos: «Asesinar a un hombre era llevar a cabo el acto de devoción más alto y comerse su carne era garantizar las mayores bendiciones de salud», escribió.