CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, inicia este lunes una visita de Estado a México que se extenderá hasta el 21 de septiembre. En ese contexto, el embajador alemán en nuestro país, Wolfgang Dold, habló con EL UNIVERSAL no sólo de los objetivos de este viaje, sino de las oportunidades y desafíos de la relación.
México, señaló el diplomático alemán, es un país ‘miembro del G20, con peso regional’. Por eso, tiene ‘cierta responsabilidad de ayudar a conseguir un mundo de paz, seguridad y bienestar para la gente’.
Dold reconoció que la violencia en suelo mexicano es un desafío y aseguró que Alemania ‘no es indiferente’ ante esa situación. Consideró que, en materia ambiental, respetando las políticas de cada país, es indiscutible que ‘tarde o temprano tenemos que cambiar y modernizar nuestra economía para dirigirla hacia las energías renovables, limpias’. Y entre amigos, como subrayó son Alemania y México, todos los temas pueden ser abordados. Hasta la rivalidad futbolera.
Se acaba de estrenar como embajador en México. ¿Cuáles son sus metas?
Tenemos relaciones profundas y tradicionales muy estrechas. Pero creo que hay potencial para acercarnos los mexicanos y los alemanes aún más. Acercarnos en el ámbito económico, porque hay más potencial que podemos aprovechar, pero también en el ámbito cultural y no sólo acercarnos los alemanes y los mexicanos, sino los europeos y los mexicanos, o los europeos con Latinoamérica como región. Si consigo dar un paso adelante en esa dirección, estaría muy contento.
Este lunes llega a nuestro país el presidente Steinmeier. ¿Cuáles son los objetivos de esta visita y cuál es la importancia que tiene México para Alemania?
Hay un aspecto bilateral y un aspecto global. El aspecto bilateral es que en las relaciones, incluyendo las que son tan bonitas, como entre México y Alemania, necesitan de vez en cuando tener encuentros personales. Esta visita es una muestra de aprecio a nuestras relaciones. El presidente quiere reunirse con las personas, quiere conocer la diversidad en este país, en todos los aspectos, económicos y culturales, e intercambiar ideas con el presidente, con el Congreso, sobre temas que en este momentos son tan relevantes, como el orden mundial amenazado en este momento tras la agresión rusa.
La visita de Steinmeier es también para mostrar que estamos muy interesados en mantener un contacto estrecho con una región culturalmente tan cercana como Latinoamérica y un país en esta región tan poderoso, tan importante, como México.
Hablando de la guerra en Ucrania, ¿cómo se ve desde Alemania, desde Europa, la posición que ha adoptado México? ¿Les gustaría una postura más firme?
Hay que reconocer que aquí en México estamos muy lejanos de los acontecimientos en Europa oriental. La perspectiva desde aquí resulta diferente. La distancia geográfica es también distancia de perspectiva y, por supuesto, las tradiciones históricas, la historia de esta región es diferente de la historia europea.
Por eso no tenemos grandes preocupaciones, porque sabemos que compartimos con México los valores democráticos que son las bases del mundo libre, del mundo democrático. Compartimos los mismos valores de la democracia. México dejó muy clara su postura cuando en marzo tuvimos la resolución de las Naciones Unidas en contra de la agresión rusa. No había ninguna duda de que hay que rechazar este intento de violencia, de dañar el derecho internacional.
México, miembro del G20, con todo su peso regional, tendrá un papel muy importante en todo este discurso en los próximos años sobre cómo vamos a restablecer este mundo basado en reglas, en el derecho internacional. Ese será, a mi parecer, uno de los temas entre los dos presidentes.
La guerra en Ucrania ha tenido un impacto energético, de alza de precios, ¿ve también un impacto en México?
Esta guerra es un poco diferente de otras guerras: tiene efectos a nivel global. Lo vemos con la inflación, lo vemos con los precios de la energía, de las cuestiones de suministro de energía. Esos efectos son globales. Quizá en México el efecto no es tan directo como por ejemplo en Alemania, pero los efectos de esta guerra tocan no sólo a países europeos, sino que es una amenaza, no sólo contra el orden internacional, sino contra el bienestar global.
Otro aspecto es que la transformación energética no sólo es una necesidad en la lucha contra el cambio climático… La energía renovable es el futuro, no sólo por el cambio climático, sino por nuestra seguridad.
¿Qué acerca a Alemania con México?
La presencia de más de 2 mil empresas alemanas aquí puede ser una cifra abstracta. Pero significa 300 mil buenos empleos, 300 mil futuros para las familias… Vemos cada vez más inversiones de empresas mexicanas en Alemania. Es exactamente lo que hay que hacer. Lo que nos acerca es la idea de cooperar estrechamente en el interés de la gente, del bienestar, del futuro de nuestros pueblos. Es esta voluntad de llegar a un futuro mejor lo que nos acerca.
El TLCUEM está pendiente todavía de ser ratificado. ¿Cuáles son las perspectivas de ratificación y cuáles los desafíos del tratado?
Creo que estamos en buen camino de llegar a la implementación del texto acordado, que no sólo es un acuerdo comercial, sino un acuerdo comprehensivo, político también… El reto es, por supuesto, que la Unión Europea es una unión con 27 países independientes, con 27 públicos, con sus intereses diferentes. De vez en cuando hay que tener un poco de paciencia, pero vale la pena, porque al final tendremos un acuerdo sólido y fiable.
Estamos hablando de que también se tocan temas como derechos humanos, energía, medio ambiente. ¿Preocupa lo que está pasando en México en estas áreas?
México, como Alemania, ha ratificado el Acuerdo de París. Compartimos el compromiso de luchar contra el cambio climático. Eso significa que tarde o temprano tenemos que cambiar y modernizar nuestra economía para dirigirla hacia las energías renovables, limpias. La lucha contra el cambio climático es un desafío. Cada país tiene su política y su camino propios, pero al final, la meta es luchar contra el desafío global que es el calentamiento del mundo. No lo hacemos por nosotros, sino pensando en nuestros jóvenes, en los niños, en las generaciones futuras. Por eso podría decir que Alemania es un socio fiable para cooperar con México en este ámbito. Al mismo tiempo, hay que respetar que cada país tiene su política energética propia, pero al final compartimos todos la voluntad de luchar contra este desafío global, que es el cambio climático.
¿Preocupan los mensajes que salen en defensa de las energías sucias?
Soy nuevo aquí, me falta un poco el conocimiento para valorar eso de una manera más profunda. La transición energética no significa que de un día a otro cambiaremos todo. Lo importante es tener una hoja de ruta hacia una situación de energía renovable. Los gobiernos tienen derecho a tomar sus decisiones individuales, no es algo que me corresponda valorar.
¿Pero existe la confianza de acercarse al gobierno mexicano y hablar de estos temas?
Como suele ser el caso entre amigos, vamos a hablar de todos los temas. Creo que este encuentro [entre Steinmeier y Andrés Manuel López Obrador] será también el encuentro de dos socios, dos amigos, que tienen un peso en sus regiones y que tienen que intercambiar ideas sobre los retos globales. Tenemos el reto global que representa la agresión rusa, pero también el del cambio climático.
México sufre no sólo la violencia del narcotráfico, sino contra las mujeres, periodistas… ¿preocupa a Alemania esta situación?
Nadie puede ser indiferente ante estos sucesos, sea la violencia de los cárteles, la violencia contra las mujeres, las desapariciones forzadas o los asesinatos de periodistas. No lo vemos de una manera indiferente. Tenemos aquí un problema que toca a este país desde hace muchos años. Estamos al lado de México para luchar contra este desafío que también llama la atención internacional.
¿Qué tanto le afecta a México el crecimiento de los cárteles del narcotráfico, que se extienden por Europa, y la violencia ligada al narco?
La violencia siempre tiene un impacto en el ámbito económico y se requieren medidas para avanzar a un entorno seguro, de paz. Los cárteles atraen, a la vez, a mucha gente que carece de perspectivas, o alternativas. Se puede luchar contra la violencia de los cárteles ofreciendo oportunidades a los jóvenes. Está, por supuesto, el aspecto penal, judicial, pero hay que hablar de los dos lados de este problema. Otro aspecto es que en el tema del narcotráfico hay países productores y hay países consumidores. Hay que resolver el problema de ambos lados.
Visto desde Europa, ¿qué representa México, a nivel de Latinoamérica?
El presidente Steinmeier vendrá aquí como alemán, pero también como europeo. No hablamos sólo como alemanes con México. México es miembro del G20. Tiene un peso en el discurso internacional. Es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Es una de las economías más fuertes, por eso tiene una cierta responsabilidad de ayudar a conseguir un mundo de paz, seguridad y bienestar para la gente. México destaca en este continente como un interlocutor de peso, por eso buscamos el intercambio con este país.
Alemania abrió las puertas a los migrantes y sentó precedentes. ¿Cómo se ve desde allá la situación migratoria que atraviesa México, con el creciente flujo de personas?
La migración en general es uno de los rasgos del siglo XXI. La gente busca oportunidades para sobrevivir, para tener un futuro mejor. Hay países que atraen a personas que no tienen estas oportunidades. Por eso vemos con mucha simpatía la situación en la que se encuentra México… Vemos también que mucha gente que sale de su país encuentra oportunidades en México. Creo que hay un tratamiento muy sensato de este país con el flujo de personas desesperadas.
¿Cómo ven el futuro de las relaciones entre Alemania y México?
Esta visita es también una inversión en nuestro futuro conjunto. Tenemos la oportunidad de lograr más para nuestras poblaciones, con una cooperación más estrecha. Veo una oportunidad real de avanzar… Eso sí, hay que pensar en el Mundial de Qatar. Como saben, tenemos algo pendiente desde 2018. El 1-0 no nos gustó nada. Por eso vamos a intentar rectificar ese resultado…