Si padeces de hígado graso una dieta adecuada será la diferencia entre un mayor deterioro y una mejor calidad de vida
Siempre te recordamos que una dieta adecuada es fundamental para mantenernos saludables. Pero cuando ya se tiene algún padecimiento se vuelve todavía más importante elegir los alimentos correctos para no empeorar la enfermedad. Si conoces a alguien, o tú mismo presentas hígado graso, vamos a decirte que sí y qué no comer de acuerdo con los expertos.
Ten presente que tu hígado es el órgano encargado de regular la mayor parte de los niveles químicos de la sangre y excreta un producto llamado bilis, que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción. Toda la sangre que sale del estómago y de los intestinos atraviesa el hígado, explica el departamento de medicina de la Universidad de Stanford.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso es una condición más común de lo que se piensa. De hecho, de acuerdo con Mayo Clinic, es la forma más común de enfermedad hepática crónica y afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población.
Esta condición se caracteriza por una inflamación severa del hígado y puede derivar en una cicatrización avanzada, más conocida como cirrosis hepática.
Entre los síntomas que indican un posible caso de hígado graso están: hinchazón abdominal, vasos sanguíneos agrandados debajo de la superficie de la piel, bazo agrandado, palmas de las manos rojas, color amarillento en la piel y en los ojos.
¿Qué comer si se tiene hígado graso?
La alimentación es clave para mejorar la salud de personas que presentan este padecimiento ya que una persona que tiene esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) debe tener una dieta especial para evitar el progreso de la enfermedad.
La fundación AARP señala que las personas que regularmente consumen alimentos ricos en vitamina C, como papaya, kiwi, frutos rojos y piña, además de pimientos, brócoli, col y coliflor, tienen una menor incidencia de hígado graso.
También advierte que la deficiencia de vitamina D se asocia con el desarrollo de hígado graso. Por lo que la recomendación es comer regularmente pescados como salmón y atún, además de queso y yema de huevo.
A su vez, la clínica de nutrición Nutrest, recomienda el consumo de alimentos de origen vegetal como verduras de temporada y legumbres, la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra que además aportan una gran cantidad de agua y por ende ayudan a reducir la inflamación en el hígado.
Aunque el consumo de grasas debe cuidarse, se ha demostrado que las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, como la que contiene el aceite de olivo y el aguacate disminuye la cantidad de grasa en el hígado e incrementa la vida del órgano.
Si te gusta el café hay buenas noticias, según estudios, el consumo de esta bebida reduce la acumulación de grasa en el hígado y ejerce un efecto protector contra el cáncer al disminuir la inflamación y el estrés oxidativo de las células. Pero recuerda que debe ser café negro y sin azúcar.
Los carbohidratos complejos que ofrecen alimentos como el arroz, el pan integral, la avena, el maíz y el centeno se pueden comer con moderación pues se metabolizan más lentamente y previenen grandes fluctuaciones en los niveles de insulina, además de ofrecer nutrientes como zinc, vitaminas B y fibra, explica el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales.
Un snack saludable son las nueces gracias a que son ricas en grasas saludables además de ofrecer antioxidantes omega-6 y omega-3.
Finalmente considera bajar de peso pues, según diversos estudios, una disminución del 10% de tu peso corporal puede reducir hasta en un grado tu padecimiento hepático.
Y no te olvides de consultar con un médico para que te de una dieta adecuada de acuerdo a tu condición.
¿Qué no comer si se tiene hígado graso?
Ya conoces cuáles son los alimentos más recomendados para las personas que padecen de hígado graso, pero también vale la pena señalar cuáles son los que se deben evitar.
La fundación AARP advierte que el azúcar y la grasa son enemigos de las personas con hígado graso. Explica que, por ejemplo, la fructosa, el tipo de azúcar presente en la fruta, la miel y algunos vegetales, así como la glucosa, el azúcar de la sangre, estimulan los genes productores de grasa en el hígado. Por lo que una dieta rica en azúcar contribuye a que la grasa se deposite en el hígado y genere inflamación. Olvida los refrescos y jugos.
Respecto a la grasa, las que se deben evitar con las saturadas, es decir aquellas que se encuentran principalmente en las carnes rojas y alimentos fritos que también favorecen el desarrollo de hígado graso.
Otra recomendación es evitar ingerir alimentos entre comidas, esto porque, usualmente se eligen snacks poco saludables que te ponen en riesgo. Lo mejor para calmar el hambre en esos momentos es beber un vaso de agua o té de manzanilla.
Por último, evita por completo las bebidas alcohólicas y, si vas a tomar alguna, elige el vino tinto.
