Oscar Ballesteros
Después de la partida del médico David Garza Ibarra, muy querido entre la gente monclovense por su vocación de servicio en su oficio, sus hijos lo recordarán como un profesional muy dedicado que vio por sus pacientes y su familia.
“Muchas veces dejó de estar con nosotros porque él era muy entregado al trabajo, pero nosotros entendimos que era parte de lo que a él le gustaba”, comentó Ana Garza, hija menor del recordado médico. Dijo tras cerca de 45 años de servicio dentro del IMSS, ISSSTE y consultas privadas que brindó su padre sus pacientes siempre se encargaron de darles comentarios muy buenos de David, pues siempre les mostró apoyo sin importar sus condiciones.
“A la casa llegaba con ‘Ay, me regalaron un pastel, un conejito, un animalito porque los ayudé con una consulta’, era así, no le importaba lo económico”, dijo era su manera de trabajar, él sólo buscaba el bienestar de los pacientes.
Como padre, tras él tener dificultades para llegar a estudiar medicina, Ana mencionó que, a ella, junto a Karla y David que son sus hermanos les exigió lo suficiente para que concluyeran sus carreras profesionales, debido a que él les brindaba las facilidades suficientes.
Concluyó diciendo que pacientes se hicieron presentes para hacerles el último adiós a su padre en donde sólo recibieron halagos del médico, “ellos nos pedían permiso, y no podíamos negarnos, eran familia de mi papá”, dijo su hija menor.