Este martes se celebraba el último día de votaciones en cuatro regiones de Ucrania ocupadas por Rusia-Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia-, un referendo que, según se espera, el Kremlin usará de pretexto para anexarse esas áreas.
La anexión formal de las zonas capturadas en el este de Ucrania, que podría producirse el mismo viernes, establece un escenario para una nueva fase, posiblemente peligrosa, tras siete meses de guerra, con Rusia advirtiendo a Occidente de que, a partir de entonces, las defenderá como parte de su territorio.
Dmytro Orlov, Alcalde de la ciudad ocupada de Melitopol, dijo que los referendos no tienen validez, pero aseguró que Rusia los usará para justificar la anexión.
Los cuatro días de consultas combinaron tácticas de intimidación, incluyendo a hombres armados con pasamontañas en los centros de votación y hasta conciertos en plazas centrales.
«Golpean fuerte, tocan el timbre, le dan a la gente una boleta y señalan con sus rifles dónde colocar la marca», dijo Orlov sobre la consulta.
Ante los recientes reveses de las fuerzas del Kremlin en el campo de batalla, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, está empleando la consulta para tratar de obligar a Kiev a frenar su contraofensiva. Si no lo hace, el Kremlin ha advertido que Ucrania se enfrentará a una devastadora escalada del conflicto, hasta el posible uso de su arsenal nuclear.
Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, una entidad presidida por Putin, lanzó el martes la amenaza más explícita hasta la fecha.
«Imaginemos que Rusia se ve obligada a utilizar el arma más poderosa contra el régimen ucraniano que ha cometido un acto de agresión a gran escala, que es peligroso para la propia existencia de nuestro Estado», escribió Medvedev en redes sociales. «En ese caso, creo que la OTAN evitará inmiscuirse directamente en el conflicto».
Kiev y sus aliados occidentales han calificado las conversaciones nucleares del Kremlin de tácticas amenazantes.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, respondió a las insinuaciones nucleares de Putin la semana pasada. En declaraciones a la televisora NBC el sábado, señaló que Rusia pagaría un precio elevado, aunque no especificó cuál, si cumple su amenaza de emplear armas nucleares en la guerra en Ucrania.
Temores a una mayor movilización militar en Rusia
El referendo en las zonas ocupadas por Rusia en Ucrania, cuyo resultado se espera que sea una victoria para Moscú, ha sido calificado de farsa por Kiev y muchos otros países.
La consulta de cinco días, que pregunta a los residentes si quieren que sus regiones formen parte de Rusia, ha sido todo menos libre o justa. Decenas de miles de residentes habían huido de las regiones debido a la guerra y las imágenes compartidas por quienes se quedaron mostraban a soldados rusos armados yendo puerta por puerta para presionar a los ucranianos para votar.
El martes, las urnas se trasladaron a centros de votación.
Con la espalda contra la pared por los éxitos ucranianos en combate, los medios rusos especularon también con que Putin pueda dar continuidad a la orden de movilización parcial decretada la semana pasada declarando la ley marcial y cerrando las fronteras a todos los hombres en edad de combatir.
La movilización ha desencadenado un éxodo masivo de hombres y provocó protestas en muchas regiones y episodios violentos ocasionales. El lunes, un hombre disparó contra una oficina de alistamiento en una ciudad de Siberia e hirió de gravedad al jefe de reclutamiento local. La balacera se produjo tras varios ataques incendiarios contra otras oficinas.
En la última medida para frenar la oleada salidas del país para evitar la movilización, los funcionarios rusos declararon que planean montar una oficina de alistamiento justo en la frontera con Georgia, una de las principales rutas de salida.
En un intento por calmar la indignación pública, numerosas autoridades y legisladores rusos han reconocido que se cometieron errores durante la movilización, cuando las oficinas de reclutamiento llamaron a gente al azar sin experiencia militar que no debían ser convocados, y prometieron corregirlo rápidamente.
El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, volvió a criticar el lunes la movilización rusa como «un intento por proporcionar a los comandantes sobre el terreno un flujo constante de carne de cañón».
Zelensky prometió que su ejército redoblará los esfuerzos para recuperar «todo el territorio de Ucrania» y tiene planes para contrarrestar los «nuevos tipos de armas» empleadas por Rusia.
Pese a la celebración de los referendos, las fuerzas rusas han mantenido los ataques en toda Ucrania. Durante la noche, misiles rusos alcanzaron objetivos en el sur de Zaporiyia y Mykolaiv, donde causaron daños en edificios residenciales y otros lugares, explicaron las autoridades.
Con información de The NYT News Service