Conoce los secretos que esconde un dibujo en tu latte
El café es parte de las mañanas, tardes y noches de millones de personas en el mundo en sus diversas presentaciones pero, ¿te has preguntado qué pasa cuando el café se encuentra con la leche? No como un evento fortuito, sino en un ambiente controlado, calculado y casi matemático.
Esta unión entre leche y café se ha hecho merecedora del cariño de tantas personas que hay quienes le rinden homenaje, en forma de competencias tanto nacionales como internacionales, en busca de la mejor bebida que combine dichos ingredientes o lo que nos atañe el día de hoy, el mejor arte latte.
Pinturas que se beben
La palabra latte significa leche en italiano, mismo lugar de donde se obtuvo la inspiración para crear dichas bebidas que logran un balance entre amargor, acidez y dulzura.
El arte latte se entiende como la creación de dibujos o patrones en la superficie de una bebida a base de café, con la espuma de la leche emulsionada por medio de vapor a presión. De manera estricta, aquellas que combinan estos componentes y exceden la cantidad de seis onzas, son consideradas lattes, pues diluyen la intensidad del café.
La pregunta que resuena en el concepto del latte y el arte latte es ¿qué papel juega el café?, a lo que Miriam Aldana, Bi-campeona Nacional de Arte Latte responde: “El latte ha evolucionado, los tostadores han encontrado la forma de procesar los granos de café para destacar en ellos características especiales, que puedan destacar al combinarse con la leche y tener la mejor expresión de ambos ingredientes”.
Por otra parte, está la leche, sin la cual es imposible conseguir un latte con arte. “Recomiendo la leche entera. Entre más grasa, es más fácil hacer figuras, pues la textura que se obtiene con la técnica de emulsionado, la hace más sedosa y cremosa. Las leches deslactosadas o bajas en grasa lo hacen un poco más difícil, no tendrá la misma textura.” puntualiza la barista y capacitadora.
Por otro lado, influyen las tendencias y las nuevas opciones, como las bebidas vegetales, a lo que Miriam añade “En las leches vegetales, la de coco o soya son las más maleables. Al final, no importa la leche, siempre y cuando pruebes tu latte. Hay leches que ayudan a crear patrones de arte latte pero no hacen una buena combinación con el espresso y, la calidad de sabor, debe ir primero. Se debe elegir una leche que permita entregar algo bonito a la vista y delicioso al paladar”.
Un latte de talla mundial
La Competencia Mexicana de Arte Latte celebró este año su edición número 12, de la cual se obtiene un representante para el concurso mundial anual. En la metodología de contienda se evalúa la habilidad del barista para crear dibujos y detalles.
En una rutina contrarreloj se deben elaborar tres bebidas distintas: dos macchiatos de tres onzas, con un dibujo hecho solamente con leche y café espresso por medio de vertido; dos lattes de 10 onzas, en los que de igual manera no se permite el uso de utensilios o ingredientes extras; y dos lattes de diseño, que pueden ser intervenidos con utensilios o colorantes (etching).
Cada participante presenta a los jueces una fotografía del patrón que se plasmará en cada bebida, y a partir de ello, se califica su creatividad, habilidad, técnica y consistencia. Como bi-campeona, Miriam puntualiza “Los competidores tienen la misión de crear algo que no hayas visto. En una cafetería te asombra un corazón, una rosetta o un cisne. Hoy esas figuras son básicas. En una competencia pueden hacer unicornios, conejos, camaleones, usando muchísimos patrones en una sola taza. En la parte técnica, recordemos que es una competencia de café. Siempre debe haber un respeto para que los espressos salgan muy bien preparados, a pesar de que no son catados por el jurado”.
La especialización del barismo lo ha convertido en una profesión gastronómica que ha logrado salir de las cafeterías convencionales para llegar a cafeterías de especialidad, hoteles y restaurantes galardonados como parte de una experiencia culinaria que permite a los comensales tener una conexión con el café más allá de considerarlo un brebaje para despertar.
Haz un diseño en tu latte
La base es de cafeína. Lo primero es prepara el café, el cual puede elaborarse en máquina de espresso o moka. La idea es tener una base concentrada para que no se pierda el sabor.
Calentar y espumar la leche. Mezclar un poco de la leche con el café hasta que tenga un color uniforme. En este momento se le puede agregar whiskey, licor de almendra o rompope.
Empieza la diversión. Con movimientos rápidos y con la taza inclinada, se empieza a dibujar una media luna con la leche. De lado a lado y luego cortando por el centro.
El movimiento definitivo. Cuando se tenga la última luna, se regresa a la mitad de la primera luna con un movimiento rápido. Esto hará que la leche se “corte” y se forme un corazón.