El Presidente ruso, Vladimir Putin, firmó la anexión de cuatro regiones de Ucrania a Rusia en una ceremonia en el Kremlinen presencia de los dirigentes prorrusos de esos territorios, controlados en totalidad o en parte por Moscú y que representan el 15 por ciento de la extensión territorial de Ucrania.
Putin y los cuatro dirigentes de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia firmaron cada uno a su turno los documentos de anexión ante un público compuesto de miembros del Gobierno, diputados y senadores y otros miembros de la élite política, antes de tomarse de la mano y corear al unísono «¡Rusia!» con la sala.
«Los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre«, afirmó Putin.
«La gente votó por nuestro futuro común».
Ucrania, las potencias occidentales y las organizaciones internacionales no reconocieron los referendos, que fueron realizados en medio de la guerra.
En su discurso antes de la firma de la anexión, Putin instó a Ucrania a cesar las hostilidades.
«Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones», expresó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Putin no prevé visitar de momento las cuatro regiones ucranianas anexionadas por Moscú.
«De momento, no, pues de momento hay mucho trabajo por delante, pero por supuesto que eso ocurrirá dentro de un tiempo», indicó.
Más tarde, Putin celebró la anexión en la Plaza Roja de Moscú.
«¡La victoria será nuestra!», lanzó el presidente ruso entre los aplausos de miles de simpatizantes suyos, algunos ondeando banderas rusas.
«¡Bienvenidos a casa!», declaró Putin, dirigiéndose a los habitantes de los territorios rusos anexionados, considerando que habían «vuelto a su patria histórica».
Putin, que cumplirá 70 años la semana próxima, envió tropas a Ucrania en febrero.
La semana pasada, anunció una movilización parcial para reforzar las tropas que combaten en Ucrania y que sufrieron duras pérdidas en los últimos meses.