Sin que hubiese un aspirante que despuntara, cuatro presidenciables del Partido Acción Nacional (PAN) quedaron tablas en la primera pasarela formal, celebrada en el Wrld Trade Center de esta ciudad.
«Ganó México», dijo un poco convincente Marko Cortés, líder nacional del blanquiazul, al término del ejercicio al que le faltó consistencia, sin preguntas que comprometieran a las «corcholatas».
Ante unas 300 personas, el Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, convenció a la hora de desgranar los resultados de su gestión, en particular el rubro de seguridad pública, con policías que pueden acceder a créditos del Infonavit.
Santiago Creel, el Presidente de la Cámara de Diputados, resultó el panista más combativo respecto al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y refrendó su carácter aliancista, aunque reconoció que las matemáticas no se le dan.
«Un buen político reprueba matemáticas: yo sólo sé sumar y multiplicar. No sé restar ni dividir», dijo.
Maru Campos, Gobernadora de Chihuahua, llamó a «despertar a México» y, citando al fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, pidió «evitar el dolor evitable».
El diputado federal Juan Carlos Romero Hicks, ex Gobernador de Guanajuato, sobresalió por su retórica.
«La política es el privilegio de servir. Tenemos que repensar el futuro. Avancemos hacia una candidatura de unidad y con un gobierno de coalición», planteó.
Con una pequeña urna, cada uno de los aspirantes tomaba un papelito con la pregunta de la sociedad, muchas superficiales y sin que pudieran propiciar la definición de los prospectos panistas.
El Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, no participó, y Cortés explicó que estaba de viaje en el extranjero.